
Nuestros directivos responden a esta interrogante con puntos claves -rememorando la pasada entrevista realizada por Revista ADEC- en el marco de nuestro aniversario. Un día como hoy tiempo atrás, se gestaba uno de los primeros pasos para alcanzar nuestra actual trayectoria. Nacimos de formas diferentes pero el tiempo nos transformó en un nuevo y único motor.
"Reinventarse"
Para Hugo Royg, directivo asociado este verbo es fundamental en tiempos de crisis. Muy de la mano con el panorama del pasado 2019 en nuestro país -que arrojó números complicados- opina:
“Es necesario adecuar el modelo de negocio a los desafíos del contexto externo buscando mecanismos para ayudar a que nuestra empresa y nuestros clientes repiensen su estructura, y adecuen su modelo negocio a los desafíos del contexto externo para esto, la toma de decisiones en tiempos críticos no puede darse desde una mirada negativa hundida en el pesimismo. Tenemos que tener claro el norte hacia el cual vamos, los objetivos y la esencia de nuestra empresa, dejando de prestar atención al corto plazo para focalizar el largo plazo.
Según nuestra experiencia, las empresas que acompañan el proceso pensando estratégicamente, sintiéndose libres para aprender, para cambiar, para redefinirse, son aquellas que están creciendo a pesar de un contexto externo poco favorable, por la energía vital que tienen dentro, la cual busca agregar valor y generar negocios.
Sólo empresas con propósito de crecer, de transformar, de agregar valor y mejorar la calidad de vida, son las que van a evolucionar en este momento. Aquellas conformistas son las que se estancan y mueren.
Por otro lado, las empresas deben ser ágiles, saber cambiar y adaptarse, innovar permanentemente y perder el miedo a equivocarse. Esto implica desafiar siempre la cultura del conformismo, del “no cambiar porque estamos ganando”. Siempre tenemos que estar cambiando. Esto implica aprender a aprender. Ejemplo de esto es como Mentu en sí lo hizo totalmente de lo que un día como hoy fue hace 21 años”.
"Escuchar, reconocer y celebrar"
A lo largo de los años los equipos internos van cambiando y gestionarlos se vuelve desafiante ya que estos son base de la propuesta de valor construída -sobretodo en empresas que brindan servicios-.
Silvia Fretes, directora asociada cree que potenciando equipos desde sus propias habilidades se va generando una cultura empresarial que fortalece -y respalda su trayectoria- gracias a tres consejos:
“Lo primero es escuchar para articular acciones, o simplemente para desahogar emociones (como en una olla a presión).
Lo segundo es reconocer: si hay cansancio, errores, falta de creatividad por demasiados temas a atender, o lo que fuere. El poder reconocer esta situación será vital para buscar alternativas.
Cada equipo de trabajo debería identificar su nivel de energía, cansancio, motivación y resultados, e ir generando acciones o estrategias que le ayuden a mitigar los efectos negativos de los meses más pesados del año y a optimizar los resultados finales (las alternativas por ende son infinitas).
Lo tercero es agradecer y celebrar. Es difícil que alguien sea capaz de estar motivado si no está vinculado a un propósito mayor. Tener presente ese propósito es lo que permitirá mantener la motivación y fuerzas.
Por último, un extra: Recordar que sin proceso, no hay transformación. Las personas (y empresas) a veces buscamos resultados inmediatos, sin estar dispuestos a pasar por el proceso, el cual garantiza que los resultados sean reales y sostenibles en el tiempo.
"Planificar pero… ¡ejecutar!"
José Mendez también directivo asociado explica sus pilares en gestión empresarial para no perder de vista la esencia de empresa:
“La planificación es un proceso de conversaciones desde los socios hasta los ejecutores. El compromiso del tomador de decisión es una habilitante para que este proceso tenga resultados positivos y sea más que un documento estético matricial. Lo principal es que la organización logre apropiarse del plan, reajustarlo e implementarlo.
Creemos que la planificación estratégica es un instrumento que marca un norte a seguir, que puede ser utilizado en organizaciones maduras o inclusive StartUps.
El desafío de la planificación es la ejecución y es por ello desarrollamos una metodología de cinco pasos que incluye: planear, alinear, implementar, analizar, adaptar.
Además es clave evaluar no solamente el resultado final sino también la gestión. Existen metas históricas y predictivas. Las históricas son el resultado de las predictivas y estas últimas son las que el responsable tiene posibilidades de acción y un posible “control”. No siempre queda clara esta diferencia, pero es lo que justamente muchas veces en la gestión hace “la diferencia”, ya que permite enfocarnos en lo que sí tenemos control”.
Esta nota está basada en la entrevista realizada por la Revista ADEC en su edición #32 de Diciembre 2019.