TALENTO EMERGENTE

En ocasión del 1 de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, exploramos cómo van surgiendo los nuevos talentos en el mercado laboral local y la mirada que deben tener las organizaciones para impulsar el crecimiento conjunto.

Por Liz Mareco – Gerente de Personas, Mentu

A menudo se dice que el talento no nace, se hace.

Sin embargo, lo cierto es que, debido a los distintos escenarios que puede vivir un joven hoy en día, la preparación académica y los intereses personales, hay personas que gozan de un talento para realizar ciertas actividades y se convierten en agentes importantes para el crecimiento ya sea en negocios, cultura o lo social; y, por otro lado, contamos con personas que poseen un ingenio innato para producir y crear nuevos proyectos sin la necesidad de haber tenido una carrera ya establecida.

A esto se lo conoce popularmente como “talento emergente”.

Hablar de talento emergente es hablar de la nueva fuerza laboral, con sus nuevas habilidades, conocimientos y potencial destacado. Son los jóvenes profesionales, recién graduados, o personas que están incursionando en nuevas áreas y muestran un gran potencial para el éxito y el crecimiento en sus carreras.

Trabajar con talentos emergentes en la actualidad implica varios enfoques y estrategias para aprovechar su potencial y contribuir al éxito de la empresa.

Por eso hablamos de una constante co-creación con ellos que nos beneficia a impulsar la innovación, la creatividad y el éxito empresarial en general. Es importante invertir en el desarrollo y crecimiento de estos talentos para garantizar un futuro sostenible para la organización.

Pero, ¿cómo identificamos a una persona caracterizada como talento emergente?

Estemos atentos a características como inteligencia emocional, objetividad, proactividad, curiosidad, deseo de aporte y, sobre todo, la necesidad y ambición de aprender constantemente.   

También sumamos una serie de desafíos a los cuales nos podemos afrontar con los nuevos talentos: Expectativas y Necesidades Cambiantes, Falta de Experiencia Laboral, Gestión Intergeneracional, Retención de Talentos, Adaptación a la Cultura Organizacional y Gestión de Expectativas.

Superar estos desafíos requiere un enfoque proactivo por parte de las organizaciones, que incluya proporcionar un entorno de trabajo inclusivo y diverso, ofrecer oportunidades de desarrollo profesional y capacitación, y fomentar una cultura organizacional que valore el aprendizaje continuo y el crecimiento personal y profesional.

La población trabajadora en Paraguay

En nuestro país, 2.939.332 personas están ocupadas en alguna labor, la mayoría de ellas (49,8%) como asalariados y el 42,9% son trabajadores independientes, según la Encuesta Permanente de Hogares Continua (EPHC) del cuarto trimestre del 2023, elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). El 7,3% restante está integrado por trabajadores domésticos.

Al analizar la masa laboral por grupo etario, encontramos los jóvenes de 25 a 29 años de edad son el 12,7% y los de 20 a 24 años, el 11,6%. Los adolescentes (15 a 19 años) están presentes en un 5,6%.

Distribución de la población ocupada por grupo etario

Fuente: INE

En cuanto al nivel de formación, la mayoría (29,2%) alcanzó la educación secundaria o bachillerato (10 a 12 años de estudio) y el segundo grupo más importante es el de 4 a 6 años de estudio, o educación primaria, con 21,4% de incidencia. Los profesionales universitarios (con 16 a 18 años de estudio) comprenden el 17,3% de la población ocupada del país y los del nivel terciario o técnico (13 a 15 años de estudio), el 13,3%.

Distribución de la población ocupada por años de estudio – Paraguay

Fuente: INE