El Índice de Precios al Consumidor (IPC) mide la evolución del costo promedio de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo final de los hogares, es decir, que adquieren de manera regular, expresado en relación con un periodo base. Así, la inflación se define como la variación porcentual del IPC entre dos periodos.
La inflación del mes de noviembre del corriente año ascendió a 0,7%, superior a la tasa de variación del 0,2% observada en el mismo mes del 2019. Con esto, variación interanual asciende a 2,2% y la inflación acumulada al onceavo mes del año es de 1,6%, por debajo del 2,2% registrado en el mismo periodo del año anterior.
Dentro de los bienes que registraron incremento de precios se destacan los alimentos, principalmente las carnes vacunas, lo que se debe a una menor oferta local y por una creciente demanda externa del producto, consecuentemente, los bienes sustitutos, como la carne de ave, de cerdo y menudencias también mostraron un comportamiento al alza.
Así también, los bienes relacionados a la salud se destacaron por la suba de los precios en farmacéuticos, mientras que con relación a los bienes de mantenimiento de la vivienda sobresale el incremento de los precios del cemento, el cual sigue siendo explicado por la menor oferta del producto debido al bajo caudal hídrico del río Paraguay, situación que dificulta el traslado de la materia prima para producción del cemento.
En los bienes durables se resaltan las alzas de los precios de los autovehículos, equipos telefónicos, informáticos y de algunos electrodomésticos, como consecuencia de la depreciación del guaraní respecto al dólar.
Estos incrementos se vieron levemente atenuados por las reducciones registradas en productos lácteos, huevos y azúcar, sin embargo, se espera que las mejoras en los precios continúen a lo largo del año considerando los mejores resultados en cuanto a la actividad económica que generará mayor capacidad de consumo.
Fuente: Elaboración MENTU con datos del BCP
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