Considerando que la crisis económica que ocasionó la llegada del Covid-19 impactó sobre los ingresos de los agentes, se generó menor capacidad de pago de obligaciones.
Así, a modo de mitigar los efectos y crear facilidades, el Gobierno estableció una serie de medidas, entre las que se encuentra el no desalojo del alquiler por incapacidad de pago.
El sistema financiero incrementó las tasas activas de interés para préstamos a la vivienda, donde, en octubre, las de los bancos ascendió a 11,04%, es decir 0,15 puntos porcentuales (p.p.) respecto al mismo mes del año anterior, mientras que las de las financieras ascendió a 17,70%, cifra 6,85 p.p. superior. Sin embargo, aun así, los créditos presentaron incrementos de 9,6% y 26,1% respectivamente.
Ante esta situación, la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) redujo la tasa de interés para el producto “Mi primera vivienda” que cobraría a bancos, financieras y cooperativas al 6,9% anual y amplió los montos de financiación de Gs. 275 millones a Gs. 330 millones para agentes con ingresos no superiores a 4 salarios mínimos, mientras que para aquellos con ingresos superiores a 4 y hasta 7 salarios mínimos expandió hasta Gs. 570 millones.
Con esto se espera incrementar la concesión de créditos a la vivienda a un costo accesible para los agentes que se vieron afectados con la crisis, a modo de financiar 4.000 viviendas por año y de esta manera contribuir a la reactivación económica del país.
Fuente: Elaboración MENTU con datos del BCP
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