Muchos economistas coinciden en que el consumo tiene un rol relevante dentro de una economía, ya que estimula la demanda, generando un círculo virtuoso que conduce a un mayor consumo, y, por ende, otorga dinamismo al ciclo económico.
El 2019 en Paraguay fue un año complejo debido a los diferentes shocks recibidos, tales como la incertidumbre global, regional, sequía, bajos precios internacionales, inestabilidad política y otros; esos hechos y situaciones repercutieron drásticamente en el consumo local.
La desaceleración del consumo se inició durante el primer trimestre del 2018, al mismo tiempo, los ingresos reales redujeron su ritmo. Sin embargo, los créditos al consumo aumentaron y tocaron su techo durante el primer trimestre del 2019. Posterior a ese periodo, los créditos crecieron, pero a una menor tasa debido a que los ingresos reales decrecieron debido a la crisis que llegó a su punto más álgido en el segundo trimestre del 2019.
A partir del tercer trimestre, el consumo se recuperó levemente con la ayuda de los créditos mientras que el ingreso promedio no mostró tasas de variaciones positivas durante el año pasado. A pesar de las menores tasas que ofrece el mercado, el ingreso no crece y eso condiciona al consumo.
Se esperaría que para el 2020, la recuperación de la economía mejore las condiciones de ingreso de la población. Sin embargo, con el supuesto de que las condiciones económicas sean positivas durante el primer semestre del año, los efectos en el consumo se verían recién en el segundo semestre del año.
Mejores condiciones de consumo permitirían que las familias demanden más bienes, lo que beneficiaría a las empresas y a la economía paraguaya.
* Cifras proyectadas
Fuente: Elaboración MENTU con datos de DGEEC y BCP
Ya estás suscripto