Según el último reporte de Transparencia Internacional (TI), en el año 2019, el Paraguay fue catalogado como el segundo país sudamericano más afectado por la corrupción, de acuerdo a la percepción de sus habitantes.
Este resultado, señalado por el Índice de percepción de la Corrupción (IPC), implica un empeoramiento en la posición del Paraguay que ha pasado del puesto 132/180 en el año 2018 al puesto 137/180 en el último año. Dicho indicador es elaborado a partir de encuestas realizadas a expertos y empresarios, utilizando una escala de 0 (alta corrupción) a 100 (sin corrupción) para calificar los niveles percibidos de corrupción en el sector público.
Actualmente, el Paraguay se ubica solo por detrás de Venezuela, el cual es considerado como el país más corrupto de Sudamérica. En este sentido, el informe resalta que aquellos países con un mal desempeño en el IPC presentan serias deficiencias en las regulaciones orientadas a la financiación de las campañas electorales y cuentan, en general, con procesos de consulta popular menos participativos.
Desde la creación del IPC en el año 1995, el Paraguay se ha mantenido sin importantes mejoras en su calificación, alcanzando un promedio de 22 puntos sobre 100 en un periodo de 20 años (1999-2019). Esto evidencia la ausencia de un progreso real en la lucha contra la corrupción, lo cual termina perjudicando el nivel de vida de los habitantes del país, provocando considerables pérdidas a la economía nacional.
Según estimaciones realizadas por el Foro Económico Mundial, en el año 2018, la corrupción le ha costado a la economía global unos USD 2,6 billones, representando un 5% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
Ya estás suscripto