TASA REAL DE 2%
El BCP decidió el pasado lunes interrumpir un proceso de ocho meses consecutivos de reducción de la tasa de referencia de nuestro mercado, debido principalmente a factores internacionales, pero también con un escenario doméstico a tener en cuenta.
En este artículo, exploramos el escenario en el que la banca matriz está prefiriendo mantenerse al ras de la política monetaria neutral.
Por Marta García - Periodista de Mentu
La economía paraguaya se encuentra actualmente en un momento en que su política monetaria no busca estimular ni restringir la circulación de dinero, es decir, ha ingresado a una fase de neutralidad. Esto, debido a que la tasa de interés de referencia se encuentra a solo 2 puntos porcentuales del nivel en que se espera que se ubique la inflación en los próximos 12 meses.
El Banco Central del Paraguay (BCP) resolvió el pasado lunes dejar en 6% la tasa de política monetaria (TPM), con lo que interrumpió el ciclo de ocho meses consecutivos de recortes que vino aplicando desde agosto del 2023.
Recordemos que la TPM llegó a un nivel de 8,50% en septiembre del 2022, año en que la inflación alcanzó un máximo de 11,8% interanual en abril debido a las presiones sobre los precios que generaron la recuperación post-pandemia y la guerra Rusia-Ucrania.
Posteriormente, ante una variación del IPC (Índice de Precios al Consumidor) que se desaceleró notablemente, las decisiones de política monetaria cambiaron de dirección, pero la TPM se mantuvo durante varios meses aún en terreno contractivo, esto es, en un nivel que superaba ampliamente a las perspectivas de inflación que manejan los agentes económicos para el próximo año.
Con la distancia actual de 2 puntos porcentuales (p.p.) respecto a la expectativa de inflación a 12 meses, la TPM se encuentra en el límite superior del rango en que el Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que este indicador puede ubicarse en un campo neutral dentro de una economía como la paraguaya (0,8 a 2 p.p.).
En agosto del año pasado, cuando se iniciaba este ciclo de recortes de la TPM, la tasa de interés real estaba en 4,25% -a más del doble del nivel actual-, pues en ese momento la expectativa de inflación del mercado ya estaba en 4%, pero la TPM había retrocedido apenas 25 puntos básicos, a 8,25%. En ese entonces, el BCP tenía un amplio espacio para aplicar rebajas a esta tasa de referencia del mercado paraguayo hasta alcanzar el rango de neutralidad, y lo aprovechó.
Ahora también se tiene cierto margen antes de ingresar a la fase expansiva, ya que recién con una TPM menor a 5% se podría considerar que el BCP busca dinamizar la economía, según los cálculos del FMI; pero la decisión ha sido detener la marcha, al menos por el momento.
Factores decisivos
En su comunicado de abril del 2024, el Comité de Política Monetaria (CPM) se refirió expresamente a la creciente incertidumbre internacional como la principal causa de su decisión de mantener la tasa de interés en 6%.
Uno de los elementos de mayor peso es aquí la postergación del momento en que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) comenzará a bajar sus tasas, ya que, ante una inflación que no ingresa a los rangos deseados y proyecciones de crecimiento económico inclusive en alza, los pronósticos de inicio de recorte de tasas pasan recién para el segundo semestre.
Esta diferencia entre las políticas monetarias de Paraguay y EEUU generó un acercamiento cada vez mayor entre sus respectivas tasas de referencia que se traslada a los intereses que el sistema financiero local abona por los depósitos, lo que torna más atractivo al dólar para posicionarse en esta moneda frente a las tasas que ofrece el ahorro en guaraníes. Esto, a su vez, constituye una presión al alza sobre la cotización de la moneda norteamericana, con posibles efectos en la inflación por el lado de los productos importados.
La evolución del precio petróleo es otro factor de incertidumbre actualmente en los mercados debido a la escalada de las tensiones geopolíticas en Medio Oriente, según lo reconoció el propio BCP. Si bien se han observado solo “aumentos moderados” en el precio de este commodity, de acuerdo con lo señalado en el comunicado del CPM, la banca matriz prefirió llamarse a una mayor cautela también atendiendo a esta situación.
Escenario local
Esta decisión del BCP, de no avanzar hacia el límite inferior del rango neutral de la política monetaria, coincide también con un momento en que la economía paraguaya atraviesa por un importante dinamismo.
Además de mantener en 3,8% su proyección de crecimiento del producto interno bruto (PIB) para este año, tras la expansión de 4,7% registrada en el 2023, el BCP informó que el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAEP) avanzó 6,2% interanual en febrero pasado y que el Estimador de Cifras de Negocios (ECN) aumentó 13,6% en el mismo mes.
El ECN aumentó en 4,2% durante todo el 2023, un ritmo de expansión levemente inferior al crecimiento económico que se tuvo ese año, pero en diciembre reportó un incremento interanual de 8,8% que se continuó acelerando a 11,3% en enero del 2024 y, como vimos recientemente, prosiguió en febrero.
El repunte del año pasado constituye una recuperación desde la caída de 1,3% que este índice sufrió en el 2022 y se había prolongado hasta enero siguiente, con un retroceso interanual de 3,2%; pero ya para febrero la retracción se había suavizado a 0,3% y en marzo alcanzaba una suba de 5,7%.
Este indicador es un preliminar que nos muestra cómo va avanzando el consumo en el país, ya que se enfoca en el dinamismo de las ventas en rubros como supermercados, distribuidores de combustible y materiales de construcción, centros comerciales y contratación de servicios como telefonía móvil, entre otros.
Con estos números, sería comprensible que el Banco Central esté buscando evitar inclusive un sobrecalentamiento de la economía, es decir, una circulación excesiva de dinero que termine presionando los precios al alza por una demanda muy intensa proveniente de los consumidores.
Para el 2024, el BCP prevé una suba de 3,8% del consumo privado, estimación que se corrigió al alza desde el 3,6% anterior y que significa también una aceleración respecto al 2,7% registrado en el 2023
Habrá que ver qué decisiones sigue tomando el BCP en el resto del año, según los episodios internacionales y a medida que las proyecciones económicas locales también se vayan ajustando. Hasta antes de la última reunión del CPM, los agentes económicos esperaban que la TPM siguiera bajando, hasta 5,5% para el cierre del 2024 y a 5% en el 2025.
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