La tasa de morosidad del sistema bancario llegó al 3,11% en el mes de julio, siendo mayor en 0,13 p.p a la del mes anterior y 0,11 p.p en comparación a la de julio del 2018.
Cruzando este dato con el indicador de la actividad económica (IMAEP) se aprecia que la desaceleración económica fomentó la suba de la morosidad, ya que si bien la cartera total creció 13% anual respondiendo a una mayor necesidad de financiamiento por parte de los agentes ante los menores ingresos, este aumento fue inferior al 16% de variación que presentó la cartera vencida, es decir, los créditos con retrasos crecieron más.
Teniendo en cuenta la morosidad según sector económico, el de consumo presentó en julio una mayor tasa de morosidad con el 5,57%, le siguió comercio al por menor con una tasa de 4,52%, y, finalmente comercio al por mayor con 3,73%.
Fuente: Elaboración Mentu con datos del BCP
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