El 2020 ha estado marcado por la pandemia y el impacto sobre la actividad económica no tiene precedente. Europa y Estados Unidos han registrado las caídas más grandes en su Producto Interno Bruto en los últimos años. Sin embargo, a pesar de la crisis sanitaria y económica y el aumento de las tensiones políticas, se empieza a observar una recuperación en los mercados.
En Europa, se han flexibilizado las medidas de distanciamiento y la reapertura ha iniciado. A julio del 2020, los indicadores de confianza han aumentado, el turismo comienza a recuperarse lentamente, los resultados corporativos han sorprendido positivamente al mercado y los riesgos políticos han disminuido tras la creación de un fondo de recuperación económica regional post pandemia pactado por la Unión Europea.
Por su parte, Latinoamérica está sumamente castigada. A finales de julio del 2020, el desempeño acumulado de la región ha sido de -31,38%. En contrapartida, para el 2021, las perspectivas de crecimiento son de 3,86%. Debido a que Latinoamérica se caracteriza por ser una región exportadora, se espera que la misma se vea beneficiada por la mejora en el índice de commodities registrada a finales de julio del corriente.
Por un lado, Asia emergente ha recuperado la actividad rápidamente y lidera la apertura. En el segundo semestre del 2020, China se expandió 3,2%. Por otro lado, Estados Unidos se enfrenta a las elecciones presidenciales en noviembre del corriente. Actualmente, la opinión pública desaprueba el manejo de Donald Trump durante la pandemia y los mercados apuestan por Joe Biden. De acuerdo a sus propuestas, que Biden sea electo presidente de Estados Unidos implicaría un alza de impuestos corporativos, políticas enfocadas en la reactivación económica, una dura postura con China y menor incertidumbre.
En cuanto al dólar, éste se considera una moneda refugio. Sin embargo, el mismo ha alcanzado su pico y ahora empieza a ceder. Asimismo, el oro actúa como un activo de refugio. En los momentos de temor, su valor aumenta. Hoy, debido a que los bancos centrales han implementado muchos estímulos, varias personas esperan inflación en el futuro y escogen refugiarse en el oro. Sin embargo, empíricamente se ha demostrado que el oro no es muy buen refugio contra la inflación; se ha demostrado que la mejor estrategia es la diversificación.
A causa del COVID-19, el mundo se encuentra en constante cambio. Sin embargo, teniendo en mente a qué dirección apunta cada región, podemos saber cómo posicionarnos en cada escenario para tomar decisiones mejores y más informadas. Si este Pulso de Negocios fue de tu agrado, ¡no dudes en compartirlo! Para recibir más notas de este tipo, suscríbete en el siguiente enlace:
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