PRECARIEDAD LABORAL SE MANTIENE PRÁCTICAMENTE INALTERABLE
El 2023 cerró con un 62,1% de personas que trabajan en la informalidad, esto es, sin seguridad social ni aportes al fisco, según registros oficiales.
En el 2014, esta tasa se encontraba en 63,9% y al término del 2022 estuvo en 63,7%, lo que revela un escaso mejoramiento de las condiciones en que la población paraguaya se gana el día a día.
Esta es una problemática sobre la que vale reflexionar en ocasión de la reciente conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores.
Por Marta García – Periodista de Mentu
La forma en que solventamos nuestra subsistencia marca en gran medida la función que ejercemos en la sociedad, pues la profesión, el oficio o el servicio que prestamos constituye una parte importante de nuestra personalidad. Por otro lado, las condiciones en las que desarrollamos estas actividades marcan las pautas del nivel de dignidad que proyectamos hacia la sociedad.
Es por este motivo que resulta siempre preocupante la elevada presencia de la informalidad en el mercado laboral paraguayo. Un trabajador o trabajadora que no aporta al Instituto de Previsión Social (IPS) es un ciudadano o una ciudadana que no cuenta con un respaldo económico y sanitario en caso de que sufra alguna calamidad, lo que acentúa su vulnerabilidad.
Por su parte, un comerciante o emprendedor que no está inscripto en el Registro Único del Contribuyente (RUC) es un agente económico excluido del sistema financiero formal y, por ende, con marcadas limitaciones a sus oportunidades de prosperidad y crecimiento.
Evolución de la informalidad laboral en Paraguay
Año |
Tasa de ocupación informal (%) |
2014 |
63,9 |
2015 |
65 |
2016 |
65,4 |
2017 |
65,1 |
2018 |
64,8 |
2019 |
63,7 |
2020 |
65,1 |
2021 |
64,2 |
2022 |
63 |
2023* |
62,1 |
Fuente: INE
*Al cuarto trimestre
En nuestro país, más de la mitad de la población ocupada (62,1%) se encuentra en la informalidad, una cifra que retrocedió de manera ínfima en la última década, pese al importante crecimiento económico registrado en el mismo periodo. El producto interno bruto (PIB) se expandió en 8% entre los años 2014 y 2023, mientras que la informalidad laboral bajó apenas 1,8 puntos porcentuales en ese lapso.
Este es un indicio más de que el crecimiento macro de la economía paraguaya no se está traduciendo en una mejor calidad de vida de la población, pues al esfuerzo invertido en aumentar los niveles de producción no le acompaña un mismo nivel de avance en la protección social de los trabajadores.
Ocupación informal por sector económico – Paraguay (Año 2022)
Sector |
Tasa de informalidad laboral (%) |
|
Construcciones |
82,6 |
|
Comercio, restaurantes y hoteles |
69,5 |
|
Servicios sociales, comunales y personales |
60,6 |
|
Transporte, almacenamiento y comunicaciones |
57,9 |
|
Industrias manufactureras |
55,7 |
|
Finanzas, seguros, inmuebles |
41,7 |
|
Fuente: INE
Esta situación de fragilidad de nuestro sistema laboral tiene varias causas y muchas de ellas escapan de la voluntad y la capacidad de decisión de las personas afectadas. Aquí es donde hablamos de la “informalidad por subsistencia”, un fenómeno que la consultora Mentu detectó en la economía paraguaya a través de los diversos trabajos que viene realizando en los territorios.
Se trata de una condición en la que, si bien se logra garantizar una subsistencia básica, suele desembocar en condiciones precarias como falta de estabilidad laboral y ausencia de ingresos regulares.
Entre otros factores que desincentivan la formalización, se destaca que el mismo sistema de seguridad social y protección social ha generado la exclusión de quienes temen que, al registrar sus actividades económicas en el Registro Único del Contribuyente (RUC), se vean impedidos de acceder a programas de seguridad social y asistencia social.
A esto se suman persistentes falencias como el desconocimiento de los requisitos y las obligaciones tributarias, así como de las implicancias de poseer un RUC y las responsabilidades asociadas.
En el caso de las mujeres, se observa un impacto derivado de las labores de cuidado del hogar, pues las emprendedoras encuentran solo en el trabajo informal una forma de equilibrar sus responsabilidades familiares con sus actividades económicas.
Estas causas revelan la necesidad de combatir la informalidad laboral a través de políticas públicas sostenidas a largo plazo, ya que al cambio cultural que se requiere, se debe agregar la eliminación de todos estos obstáculos estructurales que por años han sometido a una parte importante de la población a condiciones de vida indignas.
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