Al cierre del mes de marzo del corriente año, el déficit fiscal ascendió a Gs. 2 billones y representa el -0,6% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que el anualizado es equivalente a -3,6% del PIB.
El resultado se debe en parte a que los ingresos acumulados fueron inferiores al gasto público. Los primeros totalizaron Gs. 10,5 billones, mientras que los gastos ascendieron a Gs. 11,7 billones, por lo que el balance operativo resultó negativo de Gs. 1,3 billones.
Al comparar con el mismo periodo del año anterior, los ingresos se incrementaron 9,4% debido principalmente a la mayor recaudación tributaria. Este crecimiento fue inferior al de 10,2% de crecimiento de los gastos totales impulsados por el aumento en pago de intereses, de la remuneración a empleados y uso de bienes y servicios.
Por otra parte, el resultado operativo no cubrió a las inversiones acumuladas que representan el 2,2% del PIB y ascienden a Gs. 690,8 miles de millones, es decir, la mitad del valor de hace un año. Con esto, el país se enfrenta desafíos en términos de equilibrio fiscal que garanticen la estabilidad en el largo plazo.
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