Las dificultades en las cadenas de suministro ante el retraso en la normalización de los procesos logísticos, sumados a la bajante hídrica, la incertidumbre generada por el aumento de contagios de la variante Ómicron y el incremento estacional de precios por la temporada de fin de año, incidieron para que la inflación interanual de bienes importados haya cerrado el 2021 en 9,1%.
Si bien el dato es menor al de noviembre, se puede observar la tendencia creciente de los precios de este tipo de bienes registrada durante el año, alcanzando cifras que no se veían en más de una década.
En cuanto al dólar americano, cuya evolución incide en la disposición a adquirir bienes importados, su relativa estabilidad en niveles cercanos a los Gs. 6.900/USD ejerce una presión adicional sobre los precios.
El desafío en el 2022 será mitigar el efecto de los factores mencionados para ofrecer un panorama más favorable para los bienes importados, dado que inciden en la disposición de los agentes a invertir en bienes duraderos y/o limitan la disposición y al acceso a bienes que la economía no es capaz de producir internamente.
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