La agencia internacional Fitch Ratings rebajó la perspectiva de crecimiento para Latinoamérica en el 2019 desde 1,9% esperado en el primer trimestre hasta 0,7%. Este ajuste se debe a que las tensiones del comercio mundial y la incertidumbre repercuten en la demanda global haciendo que la región se desacelere.
Brasil está mostrando leves señales de recuperación en su actividad económica, motivada por una mayor apertura comercial; sin embargo, la lentitud en la aplicación de las reformas claves diluye las perspectivas de un mayor crecimiento. En Argentina, la incertidumbre política, el aumento de la deuda y la incapacidad para controlar la inflación retrasan las inversiones, lo que repercute en la menor expansión.
Otros países de la región ya empezaron a bajar sus tasas para impulsar la demanda interna, pero las debilidades relacionadas a la deuda y el déficit fiscal limitan el poder de acción de las políticas monetarias expansivas.
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