Los datos del PMI de Estados Unidos para julio apuntan a que el ritmo de crecimiento económico se desacelera por segundo mes consecutivo.
No obstante y pese a la menor dinámica de expansión, los resultados se mantienen en el plano positivo tanto en la industria como en los servicios.
Los problemas de capacidad a corto plazo siguen siendo una preocupación, ya que restringen la producción en numerosas empresas del sector manufacturero y de servicios y, al mismo tiempo, aumentan los precios a medida que la demanda supera la oferta.
A pesar de ello, las presiones inflacionarias están alcanzando su punto máximo, con los indicadores de costos de insumos y precios de venta cayendo por segundo mes en julio.
La preocupación es que esto se traduzca en una reducción del gasto, la inversión y la contratación, lo que aumenta la posibilidad de que el crecimiento se desacelere más en los próximos meses.
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