La pandemia ha causado cambios permanentes; en la manera en que los gobiernos sirven, en el estilo de vida de los ciudadanos y en la forma cómo las empresas operan. Hoy, se habla de la “Nueva Normalidad”. Esta nueva normalidad sin duda representa ambos: un gran desafío y una gran oportunidad para que nuestras empresas se vuelvan resilientes. Sin embargo, nos preguntamos: ¿cómo alcanzar esa meta? Como líderes de negocios, debemos pensar no solo en el ahora, sino también en lo que sigue y lo que vendrá. Por este motivo, desde Mentu compartimos qué debemos esperar del presente y qué decisiones debemos tomar en torno a lo que vendrá.
“El ahora” se enfoca en sobrevivir: salvar vidas humanas, asegurar la estabilidad financiera de nuestras empresas y establecer un centro de mando para riesgos. A continuación, listamos tres grandes tendencias que se han desarrollado en la actualidad:
¡De lleno a la digitalización! El COVID-19 ha hecho que la digitalización se vuelva un imperativo. Es más, es recomendable que las empresas aceleren sus acciones para automatizar los procesos desde la manufactura hasta los administrativos.
Más colaboración. Tras el COVID-19, es probable que los límites del mercado se vayan diluyendo para permitir una mayor cercanía con los clientes. Aquellas compañías que sepan demostrar un liderazgo positivo durante la crisis podrán crear una lealtad del cliente más sólida. Además, probablemente el futuro aún se caracterice por el cambio. Por lo tanto, las empresas deberían apuntar a ser lo suficientemente ágiles como para transformar operaciones y cumplir con nuevas exigencias.
Cambio: en clientes y empleados. Según Mysore (2020), el nuevo consumidor compra mucho más online, está más dispuesto a reemplazar marcas y aumenta su enfoque en actividades domésticas y locales. En cuanto a los empleados, el 83% está dispuesto a trabajar a distancia al término de la crisis económica y sanitaria. Algunos de ellos afirman que su productividad aumentó, que ahorran tiempo al no tener que transportarse a sus lugares de trabajo y que han podido integrar su vida laboral y familiar.
En base a éstas fuerzas que moldearán la nueva normalidad, como líderes de negocios debemos contemplar qué decisiones tomar. Por eso, ¡decidimos guiarte en algunos puntos esenciales!
Ejercita el músculo de “cambio rápido”. En los últimos días, probablemente has tenido que tomar decisiones rápidas. Ya que el futuro traerá cambios también, es importante que sigas ejercitando este músculo. Para hacerlo, recomendamos minimizar la cantidad de personas que deben estar involucradas en la toma de decisiones y que las mismas se basen en la información mínima, esencial y disponible en el momento. En el contexto actual, se valora más que las decisiones sean tomadas con agilidad antes que la precisión.
Crea una fuerza laboral flexible. Enfócate en contratos adaptables, empleados contingentes y las eficiencias del trabajo remoto. Además, podría resultarte útil enfocarte en cómo y cuándo contratar al personal suspendido, cómo involucrar a los empleados en la transición a la nueva normalidad y qué talentos y habilidades conviene atraer para lo que se viene.
Forma una red de suministro ágil. Las cadenas de suministro deben ser sometidas a pruebas de resistencia frente a diversos riesgos con el fin de minimizar su vulnerabilidad.
¡Espera un nuevo cliente! Debido a que hoy los mismos compran mucho más online, es importante aumentar el acceso digital y optimizar el análisis de datos. Analizar el comportamiento del cliente brindará oportunidades para reconsiderar las carteras de productos y servicios a mediano plazo, mientras ofreces oportunidades a corto plazo.
Desarrolla finanzas sostenibles. La capacidad de recuperación financiera fluirá al reducir la base de costos a largo plazo, aumentar la liquidez a corto plazo y utilizar la planificación de escenarios virtuales a modo de preparación para enfrentar posibles adversidades. Para desarrollar finanzas sostenibles, la disciplina en el plan de ejecución es clave.
Lo que sigue es aún desconocido, con seguridad traerá más cambios. Por eso, para sobrevivir, hoy las empresas deben ser resilientes. Es decir, deben ser capaces de recuperarse rápidamente de las dificultades. Para ello, las mismas deben estar preparadas. Si estás buscando asesoramiento para determinar el nivel de resiliencia de tu empresa (y aumentarlo), contactanos y con gusto te asistiremos. Si este Pulso de Negocios fue de tu agrado, ¡no dudes en compartirlo! Para recibir más notas de este tipo, suscríbete en el siguiente enlace:
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