El concepto “Time to Market” se refiere al periodo entre las primeras ideas acerca de un producto o servicio y su disponibilidad en el mercado.
Actualmente, para una empresa, la velocidad es una ventaja competitiva. Hoy en día, mientras que las cadenas de suministros se mueven de una manera lenta, el consumidor se mueve a la velocidad de la luz. A través de su smartphone, el consumidor puede encontrar lo que quiere, cuando quiere y al mejor precio. Además, los gustos y preferencias del consumidor pueden cambiar rápidamente. De hecho, con el brote del COVID-19, los hábitos, gustos y preferencias del consumidor están cambiando radicalmente. ¡Lo cual hace que el concepto cobre aún más importancia! Por estos motivos, reducir el “Time to Market” para una empresa significa atrapar tendencias del consumidor, obtener una ventaja ante la competencia e incluso reducir los costos y aumentar la calidad.
Conforme a Petro (2017), Kalypso, una empresa líder en consultoría de innovación de productos, afirma que las marcas ganadoras son aquellas capaces de disminuir el “Time to Market”. Según Petro (2017), normalmente existen tres categorías de disminución del “Time to Market”.
Optimización del proceso. Acorta entre 2 a 3 semanas del ciclo de producción. Esta categoria se limita a la racionalización de procesos dentro de lo que confiere al diseño y desarrollo del producto o servicio. Normalmente, se realizan menos prototipos y muestras.
Transformación del proceso. Acorta entre 12 a 16 semanas del ciclo de producción. Esta categoría típicamente es multifuncional, conectando el diseño y el desarrollo del producto con su comercialización, abastecimiento, marketing y comercio digital.
Interrupción del proceso. Acorta entre 30 a 40 semanas del ciclo de producción. Esta categoría también tiene es altamente multifuncional, pero su principal enfoque es emplear un modelo de negocios completamente nuevo.
El aumento de la velocidad del “Time to Market” brinda muchos beneficios que superan ampliamente los costos de introducción de la velocidad dentro de la organización (Ringel et al., 2015). Por un lado, éste concepto da lugar a una rápida innovación que permite a las empresas reaccionar con mayor rapidez a las movidas de los competidores o a los cambios de tendencia en el mercado. Por otro lado, es posible reducir los costos del desarrollo de productos o servicios a través de la optimización de procesos, la iteración limitada y la disminución del manejo flojo de los recursos financieros y operativos. La mayor velocidad del “Time to Market” también puede resultar en una mayor participación en el mercado; ya que un producto que llega primero al mercado enfrenta una menor cantidad de competidores. Además, cuando el tiempo entre el diseño del producto y su disponibilidad en el mercado es más corto, existen mayores probabilidades de que el tomador de decisión de la empresa apruebe un producto que en el momento se encuentre “de moda”.
De acuerdo a Ringel et al. (2015), las empresas que diseñan sus organizaciones, procesos y culturas en torno a la velocidad tienen cuatro características en común.
Aplican procesos “lean”. La filosofía “lean” enfatiza la velocidad tanto como la calidad, la eficiencia y la eliminación de residuos.
Generan prototipos para obtener comentarios del cliente rápidamente. Los innovadores rápidos testean prototipos con el cliente. Es decir, no se preocupan acerca de las imperfecciones que se encuentran en el prototipo, sino que se enfocan en el conocimiento que pueden obtener a raíz de las reacciones y comentarios de los clientes.
Dedican personas y recursos a la tarea. Según Ringel et al. (2015), si innovar es un 10% de la responsabilidad de 100 personas, puedes garantizar que ese porcentaje de innovación sucederá.
Establecen y siguen las métricas correctas. Los mejores innovadores miden e incentivan a sus equipos en torno al logro general de los objetivos de la empresa.
Las compañías con la capacidad de llevar el producto al mercado más rápido tienen mayores probabilidades de sobrevivir y prosperar. Varios grandes en el mundo de los negocios ya lo han reconocido. Zara, parte del grupo Inditex, vive de la velocidad y es el mayor vendedor de ropa del mundo. Amazon se desafía destacando que su delivery de uno a dos días ya no es lo suficientemente rápido. Elon Musk, sin quedarse atrás, se encuentra trabajando en sistemas de transporte de alta velocidad para llevar pasajeros de un punto a otro. Actualmente, la velocidad importa y podría representar el éxito de tu negocio.
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