La rentabilidad del título de deuda chino a 10 años de plazo alcanzó su mínimo histórico a principios del corriente mes, situándose en 2,18%; y cerró el día de ayer en 2,26%. Esto refleja la desconfianza de los inversores por la evolución que presenta la economía del gigante asiático, dados los últimos resultados macroeconómicos publicados que preocupan a los mercados, tales como la ralentización del crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB).
Esta dificultad en los mercados financieros se produce en un contexto en que los bonos chinos se han convertido en un activo con importante demanda, como consecuencia de la crisis inmobiliaria y de la baja rentabilidad ofrecida por los depósitos a plazo.
En busca de mantener el buen funcionamiento del mercado de bonos, el Banco Popular de China había anunciado que estaba preparado para empezar a hacer trading de bonos soberanos en el mercado secundario. Según referentes económicos, estas operaciones podrían ayudar a estabilizar el nivel de rendimiento en el extremo más largo de la curva y podría evitar riesgos de tipos de interés.
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