Al cierre del 2023, aproximadamente 2.900.000 personas se encontraban trabajando, esto es equivalente a una tasa de ocupados de 67,4%.
El 63,4% de las personas ocupadas residía en zonas urbanas y más de la mitad tenía entre 30 a 59 años, mientras que los jóvenes representaban el 24,4%. Esto último es una oportunidad para generar condiciones que aumenten la productividad. En contrapartida, que el 45% de la población ocupada tenga solo hasta 6 años de estudios es parte de las actuales limitaciones.
De los ocupados el 57% eran hombres y el 43% mujeres, mientras que el 66,1% pertenecía al sector terciario, principalmente en el rubro comercial. Por tamaño, las Mipymes ocupaban al 70,9% del total.
No obstante, la informalidad laboral es elevada y afecta a más de 1,5 millones de personas del sector no agropecuario, es decir, 62,1% del total se encuentra sin cobertura médica ni jubilación, lo que genera brechas de desigualdad. Por este motivo, se requieren de políticas públicas que fomenten la formalización para contribuir al desarrollo económico y social.
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