En el segundo trimestre del corriente, las personas de entre 25 y 44 años de edad representaron la mitad del total de 3,6 millones de ocupados, cuyo promedio de años de estudios es 10,6.
Si bien la proporción de trabajadores que como máximo han terminado la Educación Escolar Básica (EEB) bajó 1,5 puntos porcentuales hasta 38,6% del total, aun muestra que parte importante de la población ocupada estaría enfrentando mayores desafíos al momento para incorporarse al mercado laboral formal y percibir mayores ingresos. Esto se debe a que cuantos menos años de formación posee el trabajador, mayor es la posibilidad de ingresar al sector no formal.
Por otro lado, al 2022 de los 1,3 millones trabajadores no agropecuarios que tienen entre 7 y 12 años de estudio, 71,2% tenía un empleo informal, mientras que los que no tenían instrucción se desempeñaban en su totalidad en la condición mencionada.
Esta situación refleja la necesidad de dotar a las personas con más herramientas y conocimientos que les permitan adecuarse a la demanda laboral actual
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