Según la última actualización del Instituto Nacional de Estadística (INE), la incidencia de la pobreza a nivel nacional fue de 26,9% del total de habitantes al cierre del 2021 mientras que la pobreza extrema abarcó al 3,9% de la población, manteniéndose ambas sin variación con respecto al año anterior.
Estos resultados se dieron pese a que la línea de pobreza total urbana se incrementó a 8,3%, mientras que la rural a 9,5%, y la línea de pobreza extrema aumentó 14,7% en ambas áreas. Además, los ingresos reales de las personas han sido afectados por la alta inflación registrada en el último trimestre del 2021.
En términos absolutos, 1.951.020 personas se encontraban en situación de pobreza, es decir, 29.299 personas más que en el 2020. De ellas, 283.523 personas no podían cubrir una canasta básica alimentaria, lo que significa que 3.914 personas más se sumaron a la condición de vulnerabilidad extrema.
Las transferencias habrían evitado que 139.000 personas cayeran en la pobreza total y 99.000 en pobreza extrema.
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