En algún momento hemos escuchado mencionar sobre la importancia de contemplar la Salud y Seguridad Ocupacional en las organizaciones, desde siempre… y con mayor énfasis desde la llegada de la pandemia que nos ha colocado en un nuevo marco de “normalidad”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define a la Salud Ocupacional como “una actividad multidisciplinaria que promueve y protege la salud de los trabajadores. Esta disciplina busca controlar los accidentes y las enfermedades mediante la reducción de las condiciones de riesgo”. Las normativas locales que hacen referencia a la Salud Ocupacional y son la base en estas cuestiones son: La Ley 5804 que establece el Sistema Nacional de Prevención de Riesgos Laborales y el Reglamento General Técnico 14390/92.
Mejorar la Salud Ocupacional en nuestra organización es importante y a la larga trae grandes beneficios. ¿Cómo se consigue lograr este objetivo? Implementar un sistema de SSO (Salud y Seguridad Ocupacional) conlleva el desarrollo de cuatro etapas: planificación, implementación, revisión y mejora. En este Pulso Clave compartimos contigo algunos aspectos que se deben tener en cuenta para impulsar y optimizar la Salud Ocupacional en toda organización.
- Generar y contar con un plan de SSO: este punto parte desde una lluvia de ideas que ayuden a nutrir el plan de acciones que llevaremos a cabo con el fin de eliminar o minimizar los riesgos.
- Inspeccionar y evaluar las necesidades: si ya hemos ideado un plan de salud y seguridad ocupacional, hemos de formalizarla con una política de salud y seguridad. Con estos dos aspectos finiquitados, podremos avanzar hacia la siguiente etapa: inspección y evaluación de necesidades, riesgos y peligros. Por ejemplo: riesgos ergonómicos, psicosociales, eléctricos entre otros.
- Entrenar y capacitar a los colaboradores: podemos contar con un excelente plan de salud y seguridad, respaldarnos con una genial política SSO… pero, si no entrenamos y capacitamos a nuestros colaboradores, todo será en vano. Ellos deben estar enterados de todo lo que concierne a la Salud y Seguridad Ocupacional y de esa manera lograr la sensibilización al respecto. ¿La capacitación debe ir dirigida solamente a los colaboradores? No, de ser posible, incluso contratistas, profesionales externos pero asiduos en la organización hasta nuestros proveedores deberían estar al tanto de los cuidados que procuramos en nuestra organización en materia de SSO.
- Mantener registros actualizados: todo, absolutamente todo lo relacionado a Salud y Seguridad Ocupacional debe estar correctamente registrado y actualizado. ¿Qué debemos contemplar en los registros? Incidentes, accidentes, capacitaciones, resultados logrados durante la implementación del plan de SSO. Toda esta información nos servirá de insumo para aprender, mejorar y avanzar.
- Salud Ocupacional como factor clave de la organización: asumir dentro de la cultura organizacional que la salud y seguridad ocupacional es un factor importantísimo, es la mejor manera de procurar el cuidado y protección de uno de los activos más valiosos de la organización: el talento humano.
“Si estoy bien, me siento bien. Si me siento bien, me hallo. Si me hallo, produzco y estoy listo para lo que venga. No me preocupo, me ocupo”.
La diferencia entre una idea genial y otra novedosa… es la acción. Podemos crear muchos escenarios fantásticos para procurar la salud ocupacional en nuestro entorno… pero el desafío real está en que hagamos más… actuemos en pos de ambientes laborales más seguros y felices.