El índice J.P. Morgan Global Manufacturero que indica las condiciones comerciales mundiales de fabricación se ubico en 54,1 en septiembre manteniéndose igual al mes de agosto.
Así, al cierre del tercer trimestre del año el sector manufacturero global se mantuvo estable con una producción moderada aunque se registró un aumento de nuevos pedidos.
Los esfuerzos del sector por aumentar la producción se vieron afectados por las interrupciones en la logística y en la cadena de suministros, lo que a su vez produjo que los plazos de entrega de los proveedores se alargaran. Así también, las empresas informaron una escasez de mano de obra y habilidades.
Las limitaciones por el lado de la oferta incidieron en el aumento de precios lo que provocó inflación tanto en los costes de los insumos como en los precios de venta de las fabricas.
Si bien el PMI global mantiene su estabilidad las restricciones de la oferta afectan al sector lo que implicaría mayores desafíos para el comercio mundial.
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