Ante tantos compromisos y responsabilidades en los que estamos sumidos diariamente, puede ocurrir que olvidemos darnos ese tiempito de conectar con el niño que alguna vez fuimos. ¿Es importante hacerlo? ¡Por supuesto!
¿Recordás cuál era tu juego favorito de pequeño? Inevitablemente volvemos a viajar en el tiempo cuando rememoramos aquellos días donde la única preocupación que teníamos era que no acabara el día para seguir jugando. Independientemente de la generación de la que formes parte, seguramente hay un recuerdo en particular que atesores de aquella etapa.
En los próximos días estaremos agasajando a los niños de nuestro entorno (hijos, sobrinos, nietos, ahijados etc.), y podría ser una gran oportunidad de aprovechar el momento de reconectar con el niño que cada uno lleva dentro. Olvidar por un día las preocupaciones y enfocarnos en disfrutar las horas de la manera en la que lo harían los pequeños. ¿Trae esto beneficios? Nos gustaría compartir contigo algunas reflexiones al respecto.
“Si llevas tu niño interior contigo, nunca envejecerás”, el desafío es no dejar que la chispa de la niñez se apague, porque finalmente la vida es eso… momentos, etapas, caminos y diversión en el proceso.
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