Elaborado por: economia@mentu.com.py
Publicado en: https://www.5dias.com.py/opinion/brechas-del-mercado-laboral-limitan-cumplimiento-del-ods-8-en-paraguay
El octavo Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) busca promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos. En Paraguay el mercado laboral no está a pleno empleo debido a la subocupación, la desocupación, las brechas de género y la informalidad.
El trabajo decente en Paraguay
La Organización Internacional del Trabajo conceptualiza el trabajo decente como la oportunidad de acceder a un empleo productivo que genere ingresos justos, seguridad en el lugar de trabajo, protección social para las familias, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social, libertad para que los individuos expresen sus opiniones, se organicen y participen en las decisiones que afectan sus vidas, así como la igualdad de oportunidades y trato para todos, mujeres y hombres.
Durante la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre 2015, el trabajo decente y los cuatro pilares del Programa de Trabajo Decente – creación de empleo, protección social, derechos en el trabajo y diálogo social – se convirtieron en elementos centrales de la nueva Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. En Paraguay, el ODS 8 enfrenta desafíos inherentes al mercado laboral.
Al primer trimestre de 2021, la tasa de desempleo abierto fue de 8,1%. Analizando por sexo, la misma fue de 6,7% para los hombres y 10,2% para las mujeres. Es de considerar que en las áreas urbanas el desempleo (8,9%) es mayor que en las áreas rurales (6,8%), y que ambas áreas, es más severa para las mujeres.
Otro factor que refleja las dificultades para tener un trabajo decente es el subempleo, este concepto se refiere a las personas ocupadas que trabajan menos de un total de 30 horas por semana, que desean trabajar más horas y están disponibles para hacerlo. Durante los primeros tres meses del 2021, la tasa de subempleo en Paraguay fue de 6,1%, siendo de 4,4% para los hombres y 8,5% para las mujeres, en áreas urbanas fue de 5,6% y en áreas rurales de 7,1%.
Así un total 511.422 personas están desempleadas o no están empleadas en su potencial, por ende, tienen nulos ingresos si están sin empleo o sus niveles salariales son menores en el caso de las personas subempleadas.
En cuanto a los ingresos de los trabajadores, al cuarto trimestre del 2020 se observa una caída interanual de 6,9% de los ingresos promedios a nivel general, dato que fue de -8,4% para los hombres y -4,3% para las mujeres. Cabe destacar que el ingreso medio de los hombres es 24% mayor al ingreso promedio de las mujeres.
La Informalidad laboral acentúa la pobreza y la desigualdad
Otra cuestión a considerar es la informalidad. De acuerdo al informe del Banco Mundial denominado “El Empleo en Crisis: Un Camino Hacia Mejores Puestos de Trabajo en la América Latina Pos-COVID-19” las crisis económicas como la que América Latina y el Caribe está padeciendo tienen efectos duraderos sobre la estructura del empleo y podrían expulsar a muchas personas permanentemente de la economía formal.
Los trabajadores con menor cualificación fueron los más afectados por la pandemia de la Covid-19, lo que contribuye a aumentar la desigualdad de la región, dado que los mismos tienen menores ingresos y su recuperación sería lenta en comparación con la de los más cualificados.
Paraguay que tiene un mercado laboral altamente informal no es la excepción. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), 65,1% de los trabajadores están en dicha situación. De esa elevada proporción de trabajadores, un 19% está en situación de pobreza.
En el 2020, la informalidad creció mayormente en las empresas de menor tamaño, lo que se hace visible al comparar interanualmente la tasa de informalidad laboral de las empresas unipersonales y de 2 a 20 personas. Estas empresas tuvieron un mayor impacto durante la crisis sanitaria debido a que por su situación de informalidad o de gestión son las que tienen una menor capacidad de acceder a créditos para poder “reinventarse” ante las medidas de confinamiento adoptadas por el Gobierno y/o beneficiarse de aquellas que significan un apoyo económico.
Se necesita trabajo conjunto para cumplir con el ODS 8
Los datos presentados muestran el subempleo, los bajos ingresos y la elevada brecha de género del mercado laboral paraguayo. Estas situaciones limitan el crecimiento económico, ya que el consumo es un componente principal del Producto Interno Bruto (PIB) y se ve afectado por los ingresos de la población económica activa, limitando el potencial de desarrollo del país.
Adicionalmente, las condiciones existentes antes de la pandemia acentuaron la informalidad laboral, en especial en las Micro y Pequeñas empresas. Ante esta situación adversa, es preciso definir estrategias desde el Estado que logren formalizar a los trabajadores sin que ello represente una carga que impida a las empresas desarrollar sus actividades económicas normalmente.
Por otra parte, las empresas de mayor tamaño también podrían contribuir al ODS 8 generando programas de formalización y trabajo decente en su cadena de valor.
A menos de 9 años del 2030, se requiere de la voluntad decidida y el trabajo conjunto del Estado, las Empresas y la Sociedad Civil, para reducir significativamente las brechas laborales y de género encaminando al país hacia el cumplimiento de los ODS para así lograr un crecimiento económico inclusivo y sostenible.
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