La coyuntura actual, en la que la situación sanitaria aun restringe la recuperación, condujo al Estado a realizar inversiones por Gs. 2,2 billones al mes de mayo, en parte para contribuir al dinamismo de la actividad. Dicha cifra superó al balance operativo de Gs. 736,2 miles de millones por lo que se incurrió en un déficit fiscal equivalente al 0,6% del Producto Interno Bruto (PIB).
El balance operativo surge de la diferencia entre los ingresos y gastos del Estado. Los primeros fueron de Gs.15 billones, aumentando 27,4% interanual, en parte gracias a la recaudación tributaria 35,3% mayor respecto a la de un año atrás, periodo de fuertes restricciones. Por su parte, las obligaciones sumaron Gs.14,3 billones, bajando 1,3% debido a la disminución de las prestaciones sociales contrarrestada por el incremento de 2,2% de las remuneraciones y de 20,6% de los intereses.
Si bien las tasas de interés aun son bajas, dejarán de serlo a medida que la economía global se recupere. Un incremento constante del nivel de intereses deja menos margen fiscal, por lo que será necesario realizar un gasto eficiente y focalizado para volver al equilibrio.
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