Ha quedado atrás aquella organización que veía a sus colaboradores como un número más para llegar a sus objetivos, hemos llegado a una nueva era, la de las Personas. El nuevo modo de vivir posibilita que toda empresa, sin importar el porte que tenga o el rubro al que pertenezca, pueda acceder a herramientas de comunicación que podrían ser grandes aliadas para las metas que se quieran alcanzar.
Cuando incorporamos personas a nuestro equipo de trabajo es ideal hacerlas sentir bien y cómodas. ¿Por qué es importante darle un foco especial a la inducción? Porque es un gesto de respeto y primera muestra de atención a la persona que se une al equipo. Independientemente de su trayectoria laboral y experiencia, durante las primeras semanas es normal que el nuevo colaborador sienta cierto temor a no cumplir con las expectativas que se esperan o a equivocarse. Para paliar esta sensación de inseguridad, el hecho de mostrarle cómo funciona la organización, cuáles son sus valores, sus objetivos y proyecciones podría ayudar bastante, además de indicarle cuáles son las funciones o tareas que desempeñará en el cargo para el cual fue contratado.
Conforme a nuestra experiencia con el equipo, nuestros clientes y aliados nos gustaría compartir contigo algunos aspectos que consideramos son muy importantes al momento de hacer una inducción:
1. Bienvenida: designar quién será la persona encargada de recibir al nuevo talento en la organización. Por lo general, la inducción inicia con el correo electrónico de confirmación al cargo donde se debería especificar la información básica al nuevo colaborador: horario laboral, código de vestimenta, modalidad de trabajo (atendiendo al marco sanitario actual) correo corporativo, línea corporativa, etc.
2. Gira por las instalaciones: acompañar al nuevo talento durante el recorrido por las instalaciones de la empresa y presentar a las personas que se relacionarán de manera directa con el nuevo integrante. Informarle sobre los espacios físicos que se tienen, cuáles son las finalidades que cumplen y cómo es el manejo habitual en los mismos. Ej.: Un espacio compartido para almuerzos, especificarle cuáles son los cuidados para tener en cuenta al momento de usar los utensilios, calentar la comida, etc.
3. Evitar saturar con información: como mencionábamos al inicio, es bueno que la persona que se incorpora a la empresa conozca cómo funciona la organización y cuáles son sus objetivos. ¿Cómo presentar toda la información sin perder la atención del colaborador? Una presentación con información resumida sobre los puntos más resaltantes podría ser una genial herramienta.
4. Materiales informativos de la Organización: dejar a disposición del colaborador todo aquel material que le oriente sobre aspectos fundamentales que atañen a la empresa, por ejemplo: visión, misión, valores, socios, plan de carrera, beneficios, políticas etc. ¿Dónde? Sugerimos que sea en una carpeta compartida en la nube (Drive, Dropbok, etc).
5. Firma del contrato: este requerimiento debe ser finiquitado lo antes posible, de esta manera el colaborador se sentirá mucho más tranquilo para empaparse de la cultura de la organización, desarrollar sus tareas y la empresa tendrá un respaldo documental, evitando eventuales contingencias laborales.
Las personas que se integran a una organización tienden a sentirse ansiosas por familiarizarse con el nuevo equipo de trabajo, aprender funciones, usar herramientas o sistemas que tal vez no conozca y comenzar a adaptarse a una nueva cultura organizacional. Es por eso por lo que la inducción juega un rol sumamente importante en este proceso, porque en él se pueden desechar incertidumbres y afianzar la confianza del colaborador.
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