Toda organización precisa contar con un sistema de principios que sirvan de brújula al momento de tomar decisiones y ejecutar acciones que impacten en el equipo, pudiendo afectar distintos aspectos de la dinámica y cultura de la empresa. Esos principios son las llamadas: políticas organizacionales.
Las políticas organizacionales se construyen teniendo muy en cuenta la razón de ser de la marca, es una manera de apuntalar la identidad de esta e ir construyendo y estableciendo los procesos que involucran a cada una de las áreas que conforman la organización. ¿A qué resultado se llega con esto? A una sinergia entre las personas donde el trabajo fluye fácilmente y los resultados que se logran son los esperados.
En este Pulso Clave queremos compartir contigo algunos tips para tener en cuenta al momento de crear políticas en tu organización:
1. Políticas realistas: antes de comenzar toda redacción, es importante considerar la factibilidad de la política que se quiere realizar. Invertir en todo lo que propicie cambios tangibles en el entorno, para ello deben ser bien identificados los factores que incidirán en la ejecución de estas. Ej.: Código de vestimenta: en la oficina de José todos saben que de lunes a viernes deben vestir con la tenida sport elegante y los días sábado pueden hacerlo con la tenida casual.
2. Políticas objetivas y concretas: el fundamento de toda política organizacional debe ser sólida y justa, además de responder a criterios de objetividad e igualdad entre las personas que integran el equipo. Ej.: Cursos de formación y/o capacitación: María al igual que algunos compañeros de distintas áreas, han sido designados por la gerencia para participar de un curso de actualización del sistema SAP, atendiendo a que estos utilizan la herramienta para optimizar la gestión empresarial.
3. Políticas coherentes: “ser y parecer”, las políticas deben ser fieles a la filosofía, valores y prácticas organizacionales. De nada sirve querer implementar el escenario ideal de trabajo, si en la práctica no se respetan procesos o no se cumplen acuerdos. Ej.: En la oficina donde trabaja José existe la política de buen relacionamiento y trato cordial, sin embargo, los clientes pueden oír al gerente vociferando a sus colaboradores desde las oficinas internas. ¿En qué quedamos?
4. Políticas que se socializan: este podría ser uno de los puntos más relevantes. Si redactar políticas insume tiempo (y dinero), sería una pena que tanto esmero y dedicación en el desarrollo de este trabajo queden en el anonimato. Los colaboradores deben y tienen que estar al tanto de las políticas de la organización de la cual forman parte.
Idear, crear y redactar políticas organizacionales no conlleva un gran desafío, el propósito está en lograr implementarlas y cumplirlas a cabalidad. ¿Cómo? Con: el interés, la participación y el compromiso genuino del talento humano. Uno de los mayores beneficios que traen consigo las políticas es que no se deben analizar y pensar cada vez que se requiera tomar una decisión recurrente ante un mismo tema y contexto. Si en tu organización aún no tienen políticas formuladas, en Mentu podemos ayudarte. Contactá con nosotros a: impulso@mentu.com.py o al 0983 725 621.
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