Los ingresos públicos son los recursos que recibe el Estado, ya sea por impuestos recaudados o por otras fuentes no tributarias. Los mismos se dividen en ingresos corrientes provenientes de impuestos, contribuciones, regalías de las binacionales, venta de bienes y servicios, rentas de propiedad, transferencias, donaciones corrientes y otros; e ingresos de capital provenientes de la venta de bienes de las entidades públicas, así como de las transferencias y donaciones de capital.
Los ingresos públicos recaudados de Paraguay pasaron de USD 1.211 millones en el año 2000 a USD 5.507 millones en el 2019, cuadruplicando el monto en el periodo de tiempo señalado.
No obstante, hay que considerar que el año 2000, los ingresos públicos totales recaudados (tributarios y no tributarios) representaban el 13,7% del Producto Interno Bruto (PIB) en valores corrientes, de ese porcentaje, el 63% correspondía a Ingresos tributarios (8,7% del PIB) y el restante 37% (a ingresos no tributarios, donaciones y transferencias (5,1% del PIB).
Mientras que el 2019, los ingresos públicos totales representaron el 14,1% del PIB, donde el 70% correspondió a ingresos tributarios (9,9% del PIB) y el 30% a ingresos no tributarios, donaciones y transferencias (4,2% del PIB).
En base a estos datos se observa que la relación (Ingresos Públicos totales/PIB) sólo aumentó en 0,4 puntos porcentuales, mientras que la relación Ingresos tributarios/PIB aumentó en 1,2 puntos porcentuales, en el mismo periodo de tiempo.
Comparando el crecimiento de la economía paraguaya, se observa que el crecimiento de los ingresos públicos recaudados y el PIB se mueven en un mismo sentido dada la estructura tributaria y la dependencia de la venta de energía eléctrica para recibir ingresos de las binacionales, por lo tanto, en periodos de crecimiento del producto, los resultados son positivos para los ingresos públicos. No obstante, se observa que, en los últimos 6 años, el crecimiento promedio de los ingresos públicos disminuyó considerablemente su dinamismo.
Una cuestión fundamental de este resultado es que en el periodo de tiempo de estudio no hubo cambios acerca de la principal fuente de ingreso con que cuenta el Estado, que es el impuesto al valor agregado (IVA) y que representa cerca del 40% de los ingresos totales.
En el periodo de estudio, los ingresos derivados de regalías y compensaciones de Itaipú y Yacyretá contribuyeron al aumento de los ingresos públicos. Sin embargo, dependen de la venta de energía a Brasil y Argentina, lo que a su vez depende de la producción, y, por ende, su crecimiento tiene un potencial vinculado a la capacidad instalada.
En cuanto a los ingresos procedentes de los impuestos sobre el comercio internacional se puede observar que tienen un comportamiento sumamente volátil y su crecimiento depende de varios factores externos, como el clima o problemas sanitarios, para el caso de las exportaciones de commodities, de las condiciones de los demás países y de la demanda interna para el caso de importaciones, entre otras condiciones.
Los ingresos provenientes de los impuestos a la renta actualmente tienen una mayor participación en los ingresos públicos, ya que en el 2000 representaban el 11% de los mismos y al cierre del 2019, representaban 17,9%. Estos impuestos tienen un alto potencial de crecimiento debido a que no dependen exclusivamente del nivel de consumo, por lo cual permiten que los ingresos recaudados sean relativamente más estables.
Teniendo en cuenta la pandemia, y la estructura procíclica de los ingresos públicos, estos no aumentarían en términos reales en el 2020, debido a las medidas aplicadas por el gobierno y a la menor dinámica económica y comercial. Por lo tanto, el déficit fiscal aumentaría significativamente, ya que los gastos públicos se incrementarían durante este año para hacer frente a la contingencia del coronavirus y para reactivar la economía una vez superada la pandemia.
Posterior a la superación de la pandemia, para lograr una mayor recaudación, se debería focalizar en la formalización de la economía, de esa manera se podrían aumentar los ingresos públicos sin aumentar la tasa impositiva y cargar de una mayor presión impositiva a las empresas formalizadas que deberán recuperarse económicamente durante todo el próximo año.
Los ingresos públicos son un pilar importante para el desarrollo, ya que, sin los mismos, no se pueden llevar adelante las obras de infraestructura ni los programas del Estado. Sin embargo, además de la importancia de generar más recursos económicos, es también importante cuidar la salud del gasto público, ya que considerando que este año se aplicaron medidas anticíclicas expansivas, los próximos años, se debe realizar un mayor esfuerzo para generar ahorro y honrar así los compromisos del Estado sin recurrir a un endeudamiento que resulte poco sostenible.
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