
La agricultura en el año 2019 representó el 7,9% del PIB y en los últimos 10 años creció a una tasa promedio de 8,2%. Este sector tiene una importancia significativa en el crecimiento económico del país, ya que su cadena de valor impacta en el sector secundario y terciario. En la evidencia empírica se observa que en los años en que la agricultura decreció, el PIB total experimentó recesiones o crecimientos muy bajos.
Los principales cultivos de explotación agrícola son la soja, el maíz, el trigo y el arroz, los cuales, son exportados a diferentes países del mundo, siendo la soja la que más incidencia tiene en el crecimiento del sector.
Las cifras preliminares del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) sugieren que para la zafra 2019/2020, la producción de soja finalizaría con 9,9 millones de toneladas, 11,8% más que la zafra anterior.
Si bien, la producción de soja de este año es importante, las exportaciones de la oleaginosa en volumen disminuyeron 7,9% en el primer cuatrimestre del año en comparativa con el mismo periodo del 2019, esto se explica porque la sequía durante el periodo de siembra afectó la fecha normal de cosecha, a lo que se sumó la bajante del río Paraná que ocasionó la retención de barcazas con aproximadamente 200 mil toneladas de soja en los meses de marzo y abril. Otro factor relevante de la menor exportación es que los exportadores de soja esperan que los precios repunten, sin embargo, eso no se dio debido a la menor demanda externa provocada por el Covid-19, por lo tanto, un parte importante de la soja está aún almacenada en silos.
En cuanto a los precios de la soja, estos se redujeron significativamente, pasando de un valor aproximado de USD 340/ton a comienzos del 2020 hasta USD 310/ton a finales del mes de mayo, la situación se explica por una menor demanda de China y las dificultades de logística a causa de la pandemia.
En relación a los valores de exportaciones de los cereales durante el primer cuatrimestre del año, los envíos de maíz disminuyeron 17,1%, así también, el trigo redujo su valor exportado en 48,2%. No obstante, las exportaciones de arroz aumentaron en 27,8%, siendo Brasil el principal importador.
Por otra parte, sigue la producción del cultivo zafriña, la soja se encuentra culminando la etapa de cosecha y los rindes alcanzan los 4.000 kg/ha en promedio, respecto al maíz, este año se aumentaron 100.000 ha de siembra.
Teniendo en cuenta el escenario actual, se asumen los siguientes supuestos:
Los demás productos agrícolas tendrían un crecimiento promedio casi nulo
Considerando los supuestos principales, el sector agrícola crecería en torno al 6% en el 2020 en comparación con el año anterior. De esta manera, sería uno pocos sectores con desempeño positivo en el año dada la coyuntura actual.
No obstante, es necesario ampliar los mercados de exportación de los principales commodities, ya que, a pesar de contar con excelente producción y calidad, los envíos dependen prácticamente de Argentina y Brasil.
Así también, es fundamental diversificar la producción ya que en el país existe disponibilidad de tierras aptas para el cultivo de frutas y hortalizas para el consumo local y la exportación. En este sentido es fundamental el apoyo a los pequeños productores, otorgándoles insumos para la producción, líneas de créditos, asistencia técnica y acompañamiento desde la producción hasta la comercialización de los productos, así como estableciendo programas que impulsen el asociativismo.
Es crucial mejorar la conectividad y la logística para reducir los costos internos de transporte, en ese sentido, es determinante que el Estado acelere las obras públicas a través del Ministerio de Obras, en conjunto con las Gobernaciones y Municipios, y garantice la eficiencia y oportunidad de las mismas.
*Proyección Mentu
Fuente: Elaboración Mentu con datos del BCP, CAPECO, MAG.