Empezando el 2020, muy pronto se instaló una pandemia que puso en pausa la vida de todos. El COVID-19 frenó nuestras rutinas ya establecidas; se han cancelado reuniones familiares, encuentros con amigos, visitas al gimnasio, conciertos, viajes y eventos sociales. Sin embargo, se espera que aún así tengamos la resiliencia necesaria como para establecer una nueva rutina; trabajar a distancia, tomar cursos en línea, mantenernos en forma, meditar y permanecer en contacto con nuestra familia y amigos a través del uso de la tecnología. Estos objetivos son esenciales para mantenernos en pie, sanos física y mentalmente, en tiempos inusuales, difíciles y de incertidumbre. Sin embargo, para alcanzarlos, debemos fortalecer o adquirir una cualidad clave: la disciplina.
El artículo “Struggle With Self-Discipline? Try Forming These Habits” por Darius Foroux reconoce que una persona no se vuelve disciplinada de la noche a la mañana. Es por eso que Foroux recomienda adoptar una serie de hábitos que, una vez puestos en práctica, conducen a la disciplina.
Toma responsabilidad. Hazte responsable de tus tareas anotando tus metas, intenciones y acciones. Como recomendación, anota tus tareas diarias todos los días en un cuaderno. Al final del día, fijate en las tareas que en verdad has realizado. Si tus acciones van acorde a tus palabras, vas por un buen camino.
Sé honesto. Sé honesto contigo mismo y con los demás. Al igual que tú, todos experimentamos debilidades, limitaciones y dificultades; no hay necesidad de esconderlas. Reconocer que, como todos, también cometes errores y tienes días malos te ayudará a retomar el camino correcto.
Da el ejemplo. No esperes que los demás hagan algo que tu no estas haciendo. Tampoco esperes que lo demás hagan algo solo porque tu lo estas haciendo. En fin, haz lo correcto y da siempre un buen ejemplo; deja que tus acciones hablen por sí mismas.
Supérate todos los días. Autosuperarse a diario es un desafío. Por eso, necesitas un motivo que te impulse. ¿Por qué quieres mejorar cierta habilidad? ¿Por qué quieres mantenerte en forma? ¿Qué harás cuando adquieras esa habilidad?
Piensa en papel. Muchas veces pensamos en una idea que nos parece fantástica. Luego la decimos en voz alta, luego la escribimos y cuando llegamos al final de la página nos damos cuenta si es factible, útil o no. Muchas veces decidimos no accionar; no por falta de disciplina, sino porque no es lo correcto.
Haz lo posible. La vida no es perfecta, tampoco las circunstancias en las que vivimos. Por eso, debemos hacer lo que podemos con lo que tenemos. ¿Estás cansado? Haz lo mejor que puedas. ¿(Inserta excusa)? Haz lo mejor que puedas.
Mira para adelante. La vida se mueve en ciclos. A veces va bien por un buen tiempo, a veces va mal por otro. Las economías colapsan, ocurren desastres naturales y pandemias frenan el mundo entero. La mejor manera de lidiar con esto es estar preparado; entrena tu mente y tu cuerpo, construye una reserva de dinero y deshazte de los excesos.
Vive el presente. Debemos pensar en el futuro, pero no debemos estar siempre pensando en el futuro. La vida pasa en instantes. Trabajar desde casa, leer un libro, dar un paseo, pasar tiempo con tus seres queridos; la vida es la suma de momentos como estos. Serás disciplinado cuando aprendas a vivir el presente. Cuando estés sumergido en tus pensamientos y preocupandote por el futuro, encuentra la capacidad de volver a lo que más importa: lo que tienes en frente en ese momento.
Parte de trabajar en una empresa exitosa y ser un gran líder consiste en reconocer primero que somos humanos. Es importante identificar nuestras fortalezas para potenciarlas y aceptar nuestras limitaciones para trabajarlas. Esperemos que éstos hábitos te sean útiles para no seas un obstáculo, sino un facilitador para alcanzar tus metas, sueños y objetivos. Para leer el artículo completo de Darius Foroux, haz click en el siguiente enlace:
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