Según el último informe de Política Monetaria del Banco Central de Asunción (BCP), se prevé que la inflación cerraría el año en 2,4%, mucho menor al rango meta del Banco Central que es de 4% +-2%, es decir, aún existe un amplio margen para actuar con medidas que ayuden a la reactivación de la economía sin ello implique salir de su objetivo central que es mantener a la inflación en un rango predecible y dentro de la meta establecida.
El comportamiento previsto de los precios se daría principalmente por la debilidad de la demanda interna, que se dio tras el paro de actividades y repercutió, principalmente, al consumo de las familias, pues, para el 2020 se espera una caída del 6,6% en esta variable. Así mismo, el cierre de fronteras afecta directamente al consumo generado por los turistas, los cuales, según la SENATUR, gastan en promedio USD 351 por persona.
Otros factores que influyen a los resultados del BCP es la tendencia a la baja del precio del petróleo que podría traducirse en menores precios internos de combustibles, mientras que el deterioro económico de Argentina y Brasil implicaría una mayor depreciación de su moneda otorgando mayor competitividad a sus productos ampliando la brecha interna de la producción, es decir, demandarían menos productos paraguayos, lo que generaría para el Paraguay, una producción interna que superaría la demanda.
De esta manera, se espera que este año la recesión estaría presente en los resultados del país, sin embargo, ello no se traduciría en mayores precios, por lo menos en el corto plazo.
Ya estás suscripto