
Moody's mejoró la nota crediticia de Brasil, elevándola de Ba2 a Ba1 con una perspectiva positiva. Esta actualización deja al país vecino a un paso de alcanzar el grado de inversión gracias a un crecimiento más sólido de lo esperado, así como por las reformas económicas y fiscales orientadas a lograr resiliencia.
La nueva calificación aún refleja un "grado especulativo", lo que, según las agencias de riesgo, indica que Brasil es menos vulnerable a corto plazo, aunque sigue enfrentando incertidumbres ante posibles condiciones financieras y económicas adversas.
En su evaluación, Moody’s señaló que la credibilidad del marco fiscal del vecino país sigue siendo moderado considerando el coste relativamente alto de la deuda. Fitch Ratings y Standard & Poor's (S&P) aún mantienen la calificación crediticia de Brasil en BB, con perspectiva "estable”, ubicándolo en el grado especulativo, a dos pasos del grado de inversión.
Cabe señalar que Fitch Ratings y S&P otorgaron a Brasil el grado de inversión por primera vez en 2008, en tanto que Moody's lo había hecho en 2009.