Una organización holandesa que está desarrollando proyectos ambientales en nuestro país anunció recientemente su incorporación a la Asociación Internacional de Comercio de Emisiones (IETA).
Con ello, se refuerza la mirada hacia el potencial que ofrece especialmente el Chaco para la reducción de la contaminación ambiental a través de la conservación de los bosques, según declararon los principales referentes.
Este es un paso más para avanzar hacia la comercialización de créditos de carbono desde Paraguay, ya que se podrá acceder a datos sobre el comercio de emisiones de gases de efecto invernadero y la evolución del mercado global.
La sanción e inmediata promulgación de la Ley N° 7.190 “De los Créditos de Carbono”, en octubre del 2023, significó para el Paraguay la apertura de un modelo de negocios totalmente nuevo que tiene como eje a las estrategias de cuidado ambiental. Solo meses después de emitida esta legislación, desde el sector privado ya se están explorando las oportunidades presentes en la comercialización de las certificaciones de reducción de estos gases de efecto invernadero (GEI).
Uno de estos casos es el de la organización Quadriz, con sede en Países Bajos y oficinas en Asunción y Alto Paraguay, dedicada a desarrollar proyectos de compensación de carbono. Esta firma, luego de emitir sus primeros vintages de créditos de carbono (VCUs), en junio del 2023, anunció su incorporación a la Asociación Internacional de Comercio de Emisiones (IETA) en calidad de miembro.
Esta incursión internacional permitirá a nuestro país acceder a una red de más de 325 miembros, en diversas regiones e industrias, que persiguen la misión de empoderar a las empresas para que participen en la acción climática y persigan ambiciones de cero emisiones, según se informó.
Una importante fortaleza que trae esta iniciativa es la posibilidad de acceder a información sobre el comercio de emisiones de gases de efecto invernadero y la evolución del mercado global, insumo indispensable para la planificación de los negocios. Según se detalló en un comunicado, IETA proporcionará una plataforma para unirse a diferentes grupos de trabajo sobre mercados de carbono globales y regionales, así como acceso a los formuladores de políticas en gobiernos y organizaciones internacionales.
Oportunidades en Paraguay
Gabriela Viñales, Country Manager de Quadriz en Paraguay, calificó como “enorme” al potencial que tiene nuestro país en el ámbito del mercado de carbono. Por su parte, el CEO de IETA, Dirk Forrister, mencionó a los bosques como “una de las fuentes de reducción de carbono más importantes e impactantes que existen”. Este mensaje adquiere particular relevancia al considerar que la conservación de los bosques del Chaco paraguayo constituye una de las iniciativas con mayor avance para la emisión de certificados de carbono.
De hecho, el proyecto REDD+ (reducción de emisiones de la deforestación y la degradación de bosques, por sus siglas en inglés) insignia de Quadriz es “Corazón Verde del Chaco”, nominación que adquirió debido a su ubicación en el centro del Chaco paraguayo.
Este proyecto de alto impacto, que se presenta como el proyecto REDD+ validado y verificado más grande en Paraguay, conserva inicialmente 32.000 hectáreas de bosque crítico del Chaco y está registrado y verificado bajo el Estándar de Carbono Verificado (VCS) y el Estándar de Clima, Comunidad y Biodiversidad (CCBS) con Distinción Oro por “beneficios excepcionales para la biodiversidad”, detalla Quadriz.
Otros proyectos que siguen esta línea son, por ejemplo, los de Investancia, en Carmelo Peralta, donde se prevé plantar 50 millones de árboles en los próximos seis años con el fin de capturar de manera natural 1,2 toneladas de CO2 por año, además de producir 480.000 toneladas de bio-proteínas por año y reemplazar 300.000 toneladas de petróleo de origen fósil, también de manera anual.
Beneficios sociales y corporativos
Quadriz advierte que el Gran Chaco sufre una de las tasas de deforestación más altas del mundo y que su bosque está en “riesgo inmediato de colapsar”, ya que “la deforestación irrevocable está ocurriendo de manera legal y a una velocidad increíble”, según expone en su sitio web.
Por este motivo, la organización sostiene que los beneficios corporativos que surgen al compensar las emisiones mediante compensaciones de carbono consisten en que, además de contribuir activamente en la conservación de uno de los principales sumideros de carbono del mundo, las empresas adquieren otros co-beneficios medibles que se alinean con el acuerdo de París y contribuyen a la mayoría de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
“Los inversores se benefician de un aumento en la puntuación de los criterios de Gobernanza Ambiental y Social (ESG por sus siglas en inglés), lo cual mejora la percepción de la marca a nivel local y mundial. Además, la inversión en compensaciones de carbono de proyectos REDD+ sostenibles ayuda a atraer inversores responsables y aumenta la participación de los empleados y las partes interesadas”, recalca Quadriz.
Proyectos en otros puntos del país
La empresa Paracel, reconocida por destinar una inversión de alrededor de USD 4.000 millones en la construcción de una planta de celulosa en Concepción, también anunció que se encontraba trabajando para obtener los créditos de carbono VCS.
En su momento, la compañía explicó que estos créditos pueden ser comprados y utilizados por otras empresas u organizaciones que necesitan compensar sus propias emisiones. De esta manera, los créditos de carbono crean un mercado en el que se pueden comprar y vender reducciones de emisiones, precisó la firma.
Vemos así cómo las empresas privadas radicadas en Paraguay están empezando a incorporar el componente ambiental a sus estrategias, pero ya no solo con el enfoque de la responsabilidad social, sino también como una oportunidad de generar ingresos a partir de estos esfuerzos.
Iniciativas como las de Quadriz, justamente, ayudan a las corporaciones a compensar sus emisiones de carbono -consideradas inevitables ya que provienen de sus cadenas de fabricación y suministro-, mientras toman medidas inmediatas para preservar el ecosistema y proporcionar una alternativa económica a comunidades locales.
Es el tipo de inversión conocido como finanzas del carbono. El Instituto Forestal Nacional (INFONA) registra actualmente más de 5,8 millones de hectáreas con potencial alto y muy alto para las inversiones en el sector forestal en el país.
Ya estás suscripto