La economía de China comenzó el primer trimestre del año con un crecimiento de 5,3% interanual, con lo que su Producto Interno Bruto (PIB) alcanzó 29.630 miles de millones de yuanes.
El Gobierno chino atribuye este crecimiento se atribuye a una serie de políticas implementadas para promover la estabilidad, lo que ha llevado a un aumento en la producción, la demanda y el empleo. Se observaron aumentos significativos en la producción agrícola, la industria y el sector de servicios, así como en las ventas minoristas y la inversión en activos fijos, especialmente en industrias de alta tecnología.
A pesar de este buen comienzo, se reconoce que el entorno externo se está volviendo más complejo e incierto. Por lo tanto, se hace hincapié en la necesidad de seguir implementando políticas para fortalecer la vitalidad económica, prevenir riesgos y mejorar las expectativas públicas.
Según el FMI, China se desaceraría en el 2024 y 2025, pasando de un crecimiento de 5,6% en 2023 a 4,6% y 4,1%, respectivamente, a causa de la crisis inmobiliaria.
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