El Banco Central del Paraguay (BCP) incrementó su presencia en el mercado cambiario en las últimas semanas, en coincidencia con la fuerza que adquirió el dólar en comparación con el arranque del año. Si bien la política monetaria de nuestro país establece claramente que se prioriza el control de la inflación y se deja que el tipo de cambio permanezca libre y fluctuante, la banca matriz es un jugador activo en el mercado cambiario.
Por Marta García – Analista de Mentu
El dólar pasó de cotizarse a un promedio de G. 7.302 el 15 de marzo del 2024 a ubicarse en G. 7.411 el 15 de abril del mismo año, según el cálculo del mercado mayorista que comparte el BCP.
Esta suba de 109 puntos del tipo de cambio en el transcurso de solo un mes llevó a que la banca matriz incrementara también su presencia en el mercado cambiario en ese periodo, avivando nuevamente el debate sobre el papel que ejerce en la contención de las fluctuaciones del dólar dentro de nuestra economía.
Solo en las dos primeras semanas de abril de este año, el BCP vendió un total de USD 152,1 millones al mercado cambiario, de los cuales USD 50 millones se vertieron en un solo día al sector público y el resto se dirigió al sector financiero, con montos diarios de entre USD 4,5 millones y USD 21,1 millones.
En marzo, las ventas sumaron USD 16,09 millones y casi en su totalidad (USD 16 millones) fueron operaciones con el sector financiero, efectuadas en dos tandas de USD 8 millones cada una, entre los días 25 y 26.
En febrero, la dinámica fue distinta, ya que de los USD 163,62 millones vendidos en total, solo USD 3,5 millones fueron para el sector financiero y el resto fue para el sector público. Recordemos que, ese mes, el dólar se mantuvo oscilando entre G. 7.270 y G. 7.307, sin grandes sobresaltos.
En enero, las operaciones de venta fueron nuevamente en su mayoría para el sector financiero, con USD 60 millones de los USD 61,37 millones vertidos en total, en un mes en que el dólar se mantuvo subiendo y bajando entre G. 7.257 y G. 7.314.
Así, las ventas totales de dólares del BCP al mercado cambiario en lo que va del 2024, hasta la primera mitad de abril, suman USD 393,17 millones (incluidas las operaciones con el sector público); mientras que las compras fueron por USD 515,28 millones, enteramente del sector público.
Esta diferencia a favor de las compras de divisas confirma la explicación dada por el BCP de que está efectuando ventas compensatorias al sistema financiero, es decir, implementando el proceso de “esterilización” de las compras efectuadas al sector público.
Esta esterilización, a su vez, consiste en ir colocando gradualmente en el mercado cambiario los dólares que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) depositó en el BCP a través de operaciones cambiarias: en lugar de que el MEF vuelque de una vez los dólares al mercado a cambio de los guaraníes que necesita para sus diversos menesteres, el Banco Central se encarga de esta labor y lo realiza a lo largo del año, a fin de evitar choques por una excesiva oferta de dólares.
Si bien las ventas compensatorias no se consideran una intervención por parte del BCP en el mercado cambiario, lo que sí ocurre cuando se procede a ventas complementarias -o las que se efectúan cuando ya se agotaron los montos comprados al MEF-, el momento en el que banca matriz decide salir a verter estos dólares sí ejerce influencia en los ánimos del mercado cambiario, con su consecuente impacto en el tipo de cambio y la inflación.
Como pudimos ver, las más recientes ventas compensatorias se llevaron a cabo en momentos de importante volatilidad en el mercado cambiario, que se generó por la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de postergar aun más -hasta fin de año- el inicio de la reducción de sus tasas de interés.
Con esta medida, el BCP emitió el mensaje de que está presto a frenar movimientos de nerviosismo y/o especulación en el mercado cambiario local. Esto, además de evitar una suba muy pronunciada en la cotización del dólar, tiene un impacto directo en la inflación al lograr que los productos importados no se encarezcan en demasía como consecuencia de una apreciación desmedida de la moneda en la que están denominados.
Esta situación, que puede asociarse al concepto de “flotación sucia” del tipo de cambio, puede ser beneficiosa para las familias debido a que reduce una posible presión inflacionaria por el lado de los productos importados.
Al fin y al cabo, a través de estas ventas compensatorias se vierten dólares que el BCP de todas maneras debe devolver al mercado, solo que lo hace en momentos de volatilidad en que considera necesaria su presencia.
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