Cuando el gobierno emite una reglamentación que impide la expansión geográfica de un negocio, sería lógico esperar una reacción negativa por parte de los actores del sector. Además, las normativas que tienen como norte cuidar el medioambiente generalmente tienen tintes que van en contramano de los intereses de los expendedores de hidrocarburos. Sin embargo, la reciente disposición del presidente Santiago Peña de suspender por cinco años la habilitación de nuevas estaciones de servicios en las zonas urbanas del país no necesariamente implica un perjuicio para el actual modelo de distribución de combustibles, de acuerdo a un análisis sectorial elaborado por la consultora Mentu.
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