Según datos de la Dirección General de Jubilaciones y Pensiones (DGJP) del Ministerio de Hacienda, al cierre del ejercicio 2019, la caja fiscal acumuló un déficit de ₲ 785.992 millones. Este resultado se obtuvo de la diferencia entre los aportes, los cuales totalizaron unos ₲ 2,3 billones, y los egresos, los cuales ascendieron a ₲ 3,1 billones.

La razón de este desequilibrio se explica por los resultados deficitarios observados en el sector civil y el sector de las fuerzas públicas. Por una parte, el sector civil, integrado por los maestros han acumulado un déficit de Gs. 383.720 millones, representando el 32% de los egresos de dicho sector. Dicha diferencia es cubierta por los aportes de los empleados públicos, los docentes universitarios, y los magistrados judiciales, los cuales conservan resultados superavitarios que, en relación a sus egresos, alcanzan un 83%, 22% y 13% respectivamente.

En lo que respecta al sector de las fuerzas públicas, compuesto por los policías y militares, mantuvieron en conjunto un elevado déficit de Gs. 882.870 millones, representando un 70% de los egresos de este sector. Cabe destacar, que esta última diferencia se cubre con ingresos obtenidos de impuestos.

Actualmente, la caja fiscal cuenta con más de 64 mil jubilados, de los cuales cerca del 72% forman los sectores deficitarios: maestros, policías y militares. Esta situación representa un importante problema para el actual sistema jubilatorio, primeramente, por las pérdidas que ocasiona a los sectores superavitarios y a los recursos del fisco. En segundo lugar, una disminución gradual del bono demográfico durante los próximos años amenazaría en gran medida a la sostenibilidad del sistema.

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