La actividad empresarial de Estados Unidos (EE.UU.) se contrajo en noviembre, según lo refleja el Índice compuesto de Gerentes de Compras (PMI) elaborado por S&P Global, que se redujo por quinto mes consecutivo.
El PMI compuesto que sigue tanto a las actividades manufactureras como los servicios, se situó al penúltimo mes del año en 46,3 puntos, 1,9 puntos por debajo del mes anterior.
La caída puede ser explicada por la debilidad de la demanda, cada vez más afectada por la creciente inflación y la suba de los tipos de interés. Los nuevos pedidos registraron la mayor caída desde mayo del 2020 y, excluyendo las primeras etapas de la pandemia, se sitúa en su nivel histórico más bajo.
Desde otro punto de vista, los costos del sector privado se incrementaron a un menor ritmo por sexto mes consecutivo. La contracción en el sector empresarial podría indicar que la economía estadounidense podría estar desacelerándose lo que impactará en el crecimiento mundial.
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