En el año 2001 se reunieron 17 expertos en programación para redactar lo que hoy conocemos como el Manifiesto Ágil. Este documento, aunque se gestó con la finalidad de dar un giro de 180° en la manera de desarrollar un ´software´, hoy en día es aplicable a cualquier área o departamento organizacional que precise implementar una mirada completamente nueva a la forma de desarrollar un trabajo.
La necesidad de dar respuestas efectivas y adecuadas a los clientes fue lo que impulsó a los 17 expertos a redactar el Manifiesto Ágil. Métodos Ágiles hace referencia a los modelos de trabajo que surgen como alternativa a las metodologías previas. Es una nueva forma de trabajar y brindar servicios.
El Manifiesto Ágil contempla 4 valores para promover el cambio de visión, crear una nueva cultura organizacional basada en los siguientes pilares:
- Valora más a las personas y su interacción que a los procesos y herramientas: por sobre todas las cosas las personas son lo más importante, ¿por qué? Porque tienen esa capacidad de crear e innovar. Los procesos y herramientas son ese apoyo que necesitan las personas para alcanzar las metas que tienen. Es por ello que todo proceso y herramienta que quieran ser implementados en una organización deben adaptarse a la cultura organizacional y a las personas que la conforman, nunca al revés.
- El Software funciona por encima de la documentación exhaustiva: este valor se trata de la importancia del feedback que brindan los usuarios de manera rápida al tener su roce o interacción con el producto, esto permite que el equipo vaya puliendo el prototipo de acuerdo con las necesidades que busca cubrir. Reducir al mínimo toda documentación análoga y poner especial foco a la implementación y uso de software en la organización.
- Colabora con el cliente por encima de la negociación contractual: en un entorno tan cambiante tiene mucho valor recibir feedback constante del destinatario del producto que una organización otorga, antes que cumplir netamente lo pactado anticipadamente ¿por qué? Porque puede ocurrir que la organización entregue un producto que ya no sea relevante o agregue valor al cliente. La misión de este valor es considerar al cliente como otro miembro del equipo, que colabora con el proceso de construir el producto, participa y aporta desde su rol como destinatario final.
- Responde al cambio, por encima de seguir un plan: el manifiesto ágil plantea que no es útil seguir planes rígidos en entornos tan inestables o cambiantes. Es mucho más valioso desarrollar la capacidad de dar respuesta y en el proceso adaptarse a los cambios que sean necesarios. Finalmente, esto se convierte en una gran ventaja competitiva para la organización.
Estos son los 4 valores del manifiesto ágil que se propusieron, claramente no se renuncia completamente a metodologías conocidas que involucran procesos, documentación, contratos y planificación; solo destacan la importancia de los 4 componentes en todo lo concerniente a organizaciones y/o proyectos: las personas, el software funcionando, la colaboración y respuesta al cambio.
Alguna vez Peter Drucker mencionó: “Donde hay una empresa de éxito, alguien tomó alguna vez una decisión valiente”. Ser una organización ágil requiere de valentía sustentada en un equipo donde cada uno de sus miembros confía en el otro. Y es así como se escriben las mejores historias de organizaciones ágiles…