Evo Morales anunció su renuncia a la Presidencia de Bolivia luego de que la Organización de Estados Americanos (OEA) haya detectado irregularidades en las últimas elecciones realizadas el 20 de octubre y que el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas haya sugerido que renuncie a su mandato presidencial para pacificar y mantener la estabilidad del pueblo boliviano.
Según las autoridades económicas del vecino país, las manifestaciones y huelgas provocaron pérdidas por más de 170 millones de dólares. En este contexto, se convocará a nuevas elecciones en los próximos 60 días donde se volverá a decidir el futuro de Bolivia, que este año crecería 3,9%, impulsada por una política fiscal expansiva, el consumo de lo hogares sustentado en parte importante en las transferencias, y el aumento del crédito. No obstante, la inestabilidad actual provocaría un ajuste a la baja en el crecimiento esperado.
Fuente: El Comercio Perú / Fondo Monetario Internacional - FMI
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