El índice de PMI compuesto de EE.UU., se posicionó en 49,3 puntos en septiembre, mejorando frente al nivel de 44,6 puntos de agosto.
El PMI manufacturero subió a 51,8 lo que podría deberse a que los gastos operativos promedio de los fabricantes aumentaron a un ritmo más lento. Por su parte, el PMI de servicios se incrementó a 49,2 lo que señalaría que el sector tuvo una moderación de precios de insumos y en los costos de ciertos materiales.
En términos interanuales, el nivel de setiembre estaría señalando que la actividad empresarial de dicho país se contrajo. Sin embargo, el ritmo de declive se desaceleró debido a las mejoras de las cadenas de suministro globales que permitieron aliviar las presiones inflacionarias para las empresas.
No obstante, a medida que la Reserva Federal (FED) continúe endureciendo agresivamente la política monetaria para enfriar la demanda y lograr el retorno de la inflación a su objetivo del 2%, la actividad empresarial enfrentaría mayores costos de financiamiento y podría presentar un comportamiento de desaceleración.
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