Al cierre del 2021, la tasa de desempleo juvenil fue de 12,6%, reduciéndose 0,2 puntos porcentuales (p.p.), según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto significa que 161.898 jóvenes se encontraban sin empleo, cifra que representa 63% de la población desocupada total.
Pese a la baja, la tasa de desocupación juvenil continua siendo elevada, lo que podría estar reflejando la escasa capacitación de los jóvenes de 15 a 29 años. Más del 30% de la población juvenil desocupada contaba como máximo con 9 años de estudio.
Un porcentaje similar alcanzó el nivel secundario, sin poder ingresar a la enseñanza superior. Esto se debería principalmente a la deserción en el ámbito educativo que tiene diversas caucas, entre las que se destacan los motivos económicos como la necesidad de trabajar a una temprana edad y/o por insuficiencia de recursos.
Con mayores niveles de desempleo en grupos juveniles, el impacto será negativo en el crecimiento económico y la productividad a largo plazo de continuar desaprovechando el bono demográfico del país.
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