El Índice de precios de los alimentos de la FAO, se situó 1,2 puntos por debajo del mes anterior en donde se llegó a un máximo histórico, aún así este se encuentra 36,4 puntos por encima de los registrado en el mismo periodo del año pasado.
La disminución del índice fue liderada por la contracción del subíndice de precios de los aceites vegetales y levemente por los cereales. Los primeros impulsados por las bajas en los precios mundiales de los aceites de palma, girasol y soja puesto que los elevados costos y una menor demanda por parte de China debilitaron las importaciones.
Por otro lado los precios del azúcar se incrementaron debido al aumento de los precios del etanol en Brasil sumado al fortalecimiento del real brasileño.
Las índice de la carne y productos lácteos registraron un leve incremento debido a la escasez de oferta. En el caso del primer producto debido a los brotes de gripe aviar y perturbaciones en las exportaciones desde Ucrania, mientras que los precios de los lácteos se redujeron por la baja producción en Europa Occidental.
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