Las organizaciones actualmente se encuentran en pleno proceso de adaptación tras dos largos años de modalidad de trabajo 100% virtual o semipresencial por el contexto de pandemia. Parte de ese proceso incluye la implementación de metodologías que colaboren con los objetivos mediatos, por ejemplo, la productividad del talento humano.
La metodología GTD (Getting Things Done o Tener las cosas hechas). Esta metodología consiste en enfocarse en aquellas tareas que estás realizando, eliminando de la mente aquellas cosas que tienes pendientes. ¿Para qué aplicar esta metodología? Para lograr concluir todo el trabajo importante cada día y evitar la culpa o el estrés por no haberlo hecho.
El método se basa en cuatro pasos que se resumen en:
- Recopilar todos los pendientes tanto aquellos que requieren una acción inmediata como los que se pueden dejar para más adelante.
- Procesar entre todo lo recopilado aquellos pendientes que pueden hacerse en menos de dos minutos, los que requieren más tiempo o los que necesitan ser delegados a otras personas.
- Organizar la fecha de cada uno de los pendientes, así como las horas y el tiempo que será empleado para finalizarlos.
- Revisar las listas y los pendientes, reubicar los que tienen fecha.
Entre los principales beneficios que brinda a la organización esta metodología, se citan a continuación:
- Hacer más: al momento de realizar tu planificación, podrás hacerlo de manera metódica y organizada durante los espacios dedicados a la revisión diaria o semanal. Tu enfoque estará en el trabajo mediato y no en lo que aún falta concretar.
- Aquí y ahora vs Más tarde: posterior a la revisión semanal, podrás definir la hora para desarrollar cada pendiente. La consigna es hacerlo en el horario acordado y no postergarlo para después.
- Claridad de prioridades: con esta metodología podrás fijar en lo posible una rutina con criterios que te ayuden a esclarecer qué pendiente requiere de tu atención y en qué momento.
- Cumplir compromisos: la GTD permite registrar, organizar y cumplir responsablemente con tus compromisos.
- Ser eficaz al momento de delegar: aquellos pendientes que pueden ser puestos en espera, es necesario (siempre que sea posible) delegarlos. De esa forma podrás hacer seguimiento cada cierto tiempo sin necesidad de prestar toda tu atención a tareas que no la requieren.
El mayor desafío que propone esta metodología interesante es el cambio de hábitos, impulsar la disciplina y ser más productivos en el proceso.