Al cierre del mes de noviembre del 2021, la tasa general de morosidad bancaria se ubicó en 2,58%, 0,18 puntos porcentuales (p.p) por debajo del mes anterior y de lo registrado en noviembre del 2020.
En el análisis sectorial se observa que los créditos al consumo siguen siendo los de mayor tasa de retrasos. No obstante, estos disminuyeron en comparación a noviembre del 2020 en 0,31 p.p. lo que podría, por un lado, estar señalando reflejando la paulatina recuperación en el nivel de ingresos de los hogares, y por el otro el aumento de la cartera de dicho segmento.
Otros sectores que se encontraron en mejores condiciones para hacer frente a sus obligaciones fueron el de la industria y la ganadería quienes tuvieron una disminución interanual en su tasa de morosidad de 1,26 p.p y 0,82 p.p, respectivamente, el segundo de ellos favorecido por los ingresos de exportación.
La evolución de la tasa de morosidad dependerá de la recuperación económica en ciertos sectores así como a la alta inflación que afecta al ingreso real de los prestamistas dificultando su capacidad de pago.
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