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La deserción escolar afecta principalmente a los sectores más vulnerables de la sociedad; mientras más desfavorable sea la situación del hogar del estudiante, mayor es la probabilidad de que no adquiera los conocimientos necesarios para obtener ingresos adecuados en la vida adulta.
Factores que inciden en el rendimiento escolar
El éxito o fracaso de los estudiantes incluye diversos factores individuales, familiares, sociales, materiales y culturales que se articulan y refuerzan simultáneamente. Comprender el fenómeno del fracaso escolar es un tema más amplio que solamente medir la magnitud de la repitencia, la deserción o retraso escolar, sino que se debe conocer las causas que lo generan.
Existen dos teorías que pretenden explicar el abandono escolar. La primera teoría establece que la estructura social, económica y política es la principal causa del fracaso escolar, ya que esta actúa como una barrera para aquellos estudiantes más vulnerables en su desempeño académico.
La segunda teoría, está relacionada a la capacidad de los maestros para transmitir los conocimientos, de la interacción entre alumnos y profesores, así como las técnicas pedagógicas e institucionales del centro educativo.
La deserción escolar afecta al desarrollo de la persona, primeramente, no adquiere los conocimientos necesarios para el mercado laboral, y esto a su vez, no le permite acceder a un trabajo formal, lo que repercute directamente en su nivel de ingreso y por ende su bienestar y de su familia, aumentando la probabilidad de estar debajo de la línea de pobreza.
Determinantes del abandono escolar en Paraguay
Entre las principales razones por las cuales los estudiantes abandonan o no culminan su ciclo escolar son los económicos. Así, más del 66% de los alumnos de la educación escolar básica que abandonan la escuela lo hace por razones económicas y el 76,4% de quienes tienen edad para la educación media deja de asistir al colegio por la falta de recursos en los hogares para pagar la matrícula o compra de materiales.
El siguiente motivo de abandono escolar está asociado a los familiares. El 9,5% del primer y segundo ciclo de la EEB (1º a 6º grados), y el 14,7% del tercer ciclo de la EEB (7º a 9º grados), y el 12,9% de la Educación Media deja de asistir a clases por la falta de apoyo de los familiares, ya que estos consideran que la educación no es un factor relevante para la entrada laboral futura del niño/a o adolescente. Esto ocurre principalmente en aquellas familias donde los progenitores se dedican a labores u oficios que no requieren formación técnica.
En cuanto al absentismo escolar, el 13,7% de la EEB 1º a 6º, y el 5,0% de la EEB 7º a 9º, y el 1,2% de la Educación Media no asiste a aulas por causa de la infraestructura escolar que no reúne las condiciones mínimas para el aprendizaje. Así también la falta de capacidad de transmitir los conocimientos por parte del docente desmotiva a los alumnos a continuar asistiendo el centro educativo.
Otra causa de la deserción escolar es la falta de interés del propio alumno/a al no querer estudiar debido a que no encuentra una relación directa entre lo aprendido y su realidad cotidiana, o a que los contenidos generales, conceptos abstractos, y ejercicios desarrollados no son considerados aplicables a los problemas diarios que atraviesa. El porcentaje de estudiantes que no quiere estudiar es mayor en la EEB 7º a 9º, etapa en la que también se produce un cambio de sistema de enseñanza.
Consideraciones finales
En este contexto, la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia del Covid-19 pudo haber incrementado la deserción escolar, dado que provocó que las instituciones educativas tuvieran que cerrar sus puertas, lo que generó inestabilidad en el proceso de aprendizaje de los niños/as y adolescentes.
Si bien, se adoptó la estrategia de educación a distancia, la misma no ha sido totalmente efectiva para todos los hogares, particularmente para aquellos de escasos recursos económicos y cuyos miembros habían perdido sus empleos a causa de las restricciones laborales. Esto habría propiciado un mayor abandono escolar ya que muchos hogares no contaban con la infraestructura necesaria para que sus hijos puedan participar de las clases. Este hecho se evidencia en la falta de acceso a internet en los hogares. Según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), solamente el 50,2% de las familias del sector urbano disponían de este servicio, mientras que en la zona rural la cobertura es más escasa alcanzando apenas al 11,9% de la población en el 2020.
La deserción escolar genera distorsiones en el aprendizaje de los niños/as y adolescentes ya que no adquieren las competencias necesarias para el mundo laboral. Muchos de ellos se ven obligados a insertarse a temprana edad al mercado de trabajo para compensar el bajo nivel de ingreso familiar en el corto plazo. Sin embargo, en el largo plazo por la limitada educación no pueden acceder a un empleo formal y se ven obligados a aceptar trabajos informales con mínimos beneficios salariales y carencia del beneficio social repercutiendo en su bienestar y en el de su familia.
El Estado debe promover políticas que garanticen la educación universal de calidad a todos los jóvenes y potenciar aquellas áreas prioritarias para el desarrollo del país. Para ello, se debe realizar un análisis de las necesidades de cada región para establecer una maya curricular acorde a las características culturales y económicas locales y de esta manera generar personas altamente capacitadas para propiciar su acceso al sector formal, lograr una mayor producción y desarrollo.