El índice de precios de los alimentos de la FAO se situó en junio en un promedio de 124,6 puntos, es decir, 3,2 puntos (2,5 %) menos que en mayo, aunque 31,5 puntos (33,9%) por encima de su nivel del mismo período del año pasado. El descenso en el sexto mes del año constituyó la primera caída del índice tras 12 aumentos mensuales consecutivos. 

En junio los precios internacionales del maíz cayeron un 5,0%, aunque permanecieron más de 72% por encima de los del mismo período del año pasado. La caída mensual se debió a la mayor oferta por parte de los principales países productores. En cuanto a las oleaginosas, las expectativas de una demanda menor de lo previsto anteriormente por parte de los productores de biodiésel de los Estados Unidos deprimió aún más los precios.

En contrapartida, en junio subieron las cotizaciones de todos los tipos de carne, fundamentalmente a causa de la firme demanda mundial, ya que el aumento de las importaciones de algunos países de Asia Oriental compensó la desaceleración de las compras de carne por parte de China.