Elaborado por: economia@mentu.com.py
Publicado en: https://www.5dias.com.py/opinion/perspectivas-de-la-deuda-publica-mas-alla-de-la-pandemia
La situación actual obliga a considerar cómo reorientar el financiamiento al desarrollo, dados los nuevos desafíos y condiciones en comparación con los periodos anteriores. Ante escenarios de incremento de la deuda y más limitaciones fiscales, se deben considerar las estrategias de acción más allá del 2021.
Situación regional actual y su relación con Paraguay
En comparación con la posición frente a la crisis financiera de 2008-2009, América Latina se ha encontrado en una situación fiscal mucho más compleja para afrontar la crisis de la Covid-19. Ningún país de la región puede permitirse incrementos sostenidos de sus niveles de gasto público al mismo ritmo al que los países desarrollados lo están haciendo sin incurrir en un endeudamiento significativo y sin enfrentar un mayor costo de la deuda por el aumento del riesgo país en toda la región.
Es así que la región, incluyendo Paraguay, ha enfrentado un choque mayor en términos comparativos con otras regiones del mundo, con un margen de maniobra que venía siendo más restringido desde hace años, pero que en el 2020 se ha limitado de manera considerable.
Por ello, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Latinoamérica es hoy la región en desarrollo más endeudada del mundo, comprometiendo el 79% de su Producto Interno Bruto (PIB). No obstante, la mayoría de los instrumentos a disposición para esta emergencia cubren solo entre el 23,1% y el 32,3% de las necesidades de financiamiento de los países para los años venideros.
En ese sentido, Paraguay no es la excepción. A pesar de haber contado con niveles de deuda considerados sostenibles para el financiamiento del desarrollo en comparación con otros países la región, la pandemia ha generado desafíos macroeconómicos importantes para el país. Además de la pérdida de miles de empleos y cierres temporales o definitivos de las empresas, la caída de la demanda y el consumo internos a lo largo del 2020 han obligado a las empresas a retrasar sus inversiones previstas.
Perspectivas para los años venideros, en base a la coyuntura
Las restricciones en las condiciones para el endeudamiento podrían otorgar un menor dinamismo de la deuda, además del acceso más limitado a la liquidez en dólares. Para el 2021, el Fondo Monetario Internacional proyecta que los niveles de deuda pública paraguaya se ubicarían en torno al 35,4% del Producto Interno Bruto (PIB), de las cuales 30,6% sería en deuda con acreedores externos y el restante 4,7% en el mercado interno. Este indicador deuda/PIB crecería hasta alcanzar un 36,3% en el 2022, asumiendo la vuelta de todos los sectores a la actividad económica en su ritmo normal, que a su vez está sujeto a la evolución de la crisis sanitaria.
Por su parte, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo realizó un modelo de proyección de deuda del sector público paraguayo considerando la pandemia, donde la razón deuda/PIB llegaría al 44,8% en 2025 en comparación de lo que hubiese sido un escenario sin pandemia, en el cual este indicador hubiera llegado al 32,2% al ritmo pre-2020.
En ese sentido, y para seguir promoviendo el financiamiento al desarrollo, la Ley de Presupuesto General de la Nación 2021 genera el mecanismo legal para que el déficit fiscal llegue hasta el 4% del PIB, por este año, con el compromiso de regresar a los límites de déficit determinados en la Ley original (tope anual de 1,5% del PIB) para el año 2024.
Eso indica que, si el país debe seguir contrayendo obligaciones, los gastos del sector público de ahora en más deben ser ajustados con el fin de que no solo se reduzcan, sino también se vuelvan estratégicamente direccionados a los sectores que así lo necesiten.
Reflexiones finales
Considerando que se cuenta con un presupuesto limitado, información imperfecta y desafíos apremiantes, principalmente relacionados con la población vulnerable, la salud y el empleo, que requieren de financiamiento para superarlos, se debe establecer un orden de prioridades para el endeudamiento, con estrategias claras. También es importante el monitoreo constante de las tasas de interés, tipo de cambio y déficit primario, que son variables que se relacionan con el endeudamiento del sector público.
Principalmente, es esencial la flexibilidad y la necesidad de ajustarse a una realidad cambiante de la forma más ágil, oportuna y eficiente. No existe solución única perfecta ni fácilmente sostenible a una crisis como esta, porque la capacidad de evaluación y respuesta del Estado varían de acuerdo con la evolución de la crisis sanitaria, pero si se requiere de un norte bien definido de lo que se pretende lograr.
El deterioro de las finanzas públicas es inevitable en el corto plazo, por lo cual la disciplina fiscal será fundamental para retomar el camino que permita consolidar la gestión sin perder de vista la recuperación económica. Dadas las mayores restricciones, se debe garantizar que la respuesta a la crisis no ponga en riesgo la sostenibilidad fiscal y macroeconómica.
*Cifras estimadas
Fuente: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y Fondo Monetario Internacional
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