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Los supuestos macroeconómicos respecto a las proyecciones a largo plazo establecidas por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) reflejan las consecuencias económicas de la propagación de la pandemia por Covid-19 que comenzó a inicios del 2020. Como resultado, EE.UU. y las demás economías mundiales se contrajeron, sin embargo, se espera que repunten del 2021 en adelante.
A pesar de la recuperación anticipada, la proyección macroeconómica actual indica que la demanda agregada de productos agrícolas se mantendrá por debajo de las proyecciones previas. Se espera que la superficie total plantada aumente durante los primeros años del periodo de proyección, que va hasta 2030. Por el lado de los precios, anuncian que el de la mayoría de los cultivos se mantienen bajos o estables en relación con el pasado reciente, solo el algodón, arroz y el trigo experimentan aumentos de precios, así, se estima que el ingreso bruto aumenta de USD 423,5 mil millones en el 2021 a USD 466,1 mil millones en 2030. Sin embargo, estas proyecciones no incluyen la suspensión por parte de Brasil de los aranceles a la importación de maíz, soja, harina de soja y aceite de soja de países fuera del bloque comercial del Mercosur.
Así, se prevé que países como Uruguay, Paraguay y Bolivia amplíen su superficie sembrada con soja, con lo que las exportaciones aumentarán alrededor del 38%, a 11,7 millones de toneladas para 2030/31, agregando 3,2 millones de toneladas a las exportaciones mundiales de soja, mientras que se proyecta que las exportaciones totales de América del Sur, principalmente en Argentina, Brasil, Guyana, Paraguay y Uruguay se expandirán en 8,5% durante la próxima década, lo que representa el 7,3% del comercio mundial.
Fuente: Elaboración MENTU con datos del USDA