El PMI de fabricación general de Caixin China se situó en 51,5 en enero, frente a los 53 del mes anterior. El valor observado en enero fue el más bajo desde junio, a pesar de marcar el noveno mes consecutivo de expansión. Eso indica que la recuperación posterior a la epidemia continuó, pero registró una desaceleración marginal.
El sector manufacturero chino siguió recuperándose en enero, pero el impulso tanto de la oferta como de la demanda se debilitó, arrastrado por la moderada demanda exterior.
El indicador de las expectativas de producción futura fue el más bajo desde mayo del año pasado, aunque se mantuvo en territorio positivo, lo que demuestra que los empresarios manufactureros chinos están preocupados por la sostenibilidad de la recuperación económica. No debe ignorarse el debilitamiento del mercado laboral y el fuerte aumento de la presión inflacionaria.
Para el gigante asiático es primordial poner especial atención a la efectividad de la prevención de epidemias domésticas en medio de la pandemia en curso.
Ya estás suscripto